Desde que fueron planchados en las elecciones de hace ya nueve meses, los partidos políticos de oposición no habían tenido una oportunidad tan apetitosa para reivindicarse, como la que la que el binomio PRI-PVEM les ha proporcionado con la nueva Ley Antimarchas.
Y es que el PAN y el PRD seguían arrastrando la cobija, tras la tunda recibida en las elecciones del pasado 7 de julio, en la que el PRI se llevó casi todo.
Desde ese entonces, panistas y perredistas estaban como la muñeca fea y deambulaban como zombis en los pasillos del Congreso del estado y de los cabildos.
Pero, ahora, gracias a Juanito Carrillo Soberanis, uno de los “consens” del “One”, no solo PAN y PRD, sino hasta Morena tienen “chance” de levantar cabeza con esta nueva de Ley de Ordenamiento Social, que pretende restringir la libre manifestación.
Tras el papelón con la elección de Harley Sosa Guillén, como nuevo ‘ombudsman’ local, ahora panistas y perredtas tienen la oportunidad de redimirse.
Aunque, la duda es que si aprovecharán la oportunidad o preferirán seguir siendo invisibles.