NUEVA YORK.– México, Colombia y Brasil vuelven a ser los tres países latinoamericanos incluidos en el “Índice de Impunidad” que cada año elabora el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) sobre las naciones con más casos de asesinatos de periodistas no resueltos.
De una lista de 13 países indexados como los peores en materia de resolución de crímenes de informadores, con Irak en el primer puesto como nación con mayor impunidad, México repite en el séptimo lugar, mientras que Colombia mejora y se coloca tres puestos más atrás, en el octavo, al igual que Brasil, que del décimo pasa al undécimo lugar.
El CPJ elabora cada año un índice que calcula el número de asesinatos de periodistas no resueltos como un porcentaje de la población nacional. Sólo incluye a países con al menos cinco casos de asesinatos de periodistas relacionados con su trabajo en los que no se haya emitido condena alguna.
Para esta última lista se estudiaron los casos entre 2004 y 2013. Según la organización con sede en Nueva York, esta indexación permite mostrar cómo “las autoridades a menudo no están dispuestas o no son capaces de hacer imperar la justicia en asesinatos de periodistas”, lo cual a su vez envía un “escalofriante mensaje a los que informan sobre verdades incómodas”.
En el caso de México, el CPJ contabiliza un total de 16 periodistas “asesinados con completa impunidad” la pasada década, a los que se une un caso más en lo que va de 2014, el del periodista veracruzano Gregorio Jimenez cuyo cuerpo fue hallado el 11 de febrero.
El paso positivo -”el único alivio”, lo define- es la aprobación de una legislación hace un año que implementa una reforma constitucional que le da a las autoridades federales una mayor jurisdicción para juzgar crímenes contra periodistas. Con todo, se hace eco de las críticas acerca de la “lentitud” con que la fiscalía especial creada está actuando.
“Aunque la ley está considerada como un paso importante hacia la mejora de la libertad de prensa, aún no se ha hecho ningún avance significativo en los 16 casos sin resolver en México”, señala el CPJ, que considera que esta situación lleva a “aumentar la inquietud acerca de que la administración de Enrique Peña Nieto no esté a la altura de romper el ciclo de impunidad y violencia” del país.
La mejora en el caso de Colombia no se debe a que se hayan resuelto nuevos casos -”nadie ha sido condenado por matar a un periodista desde 2009″, subraya el CPJ- sino a un “generalizado descenso en la violencia fatal contra la prensa”.
“Aunque Colombia ha tomado medidas para proporcionar seguridad a periodistas amenazados, los periodistas en muchos casos se han visto obligados a autocensurarse o a abandonar sus hogares”, lamenta el informe.
El tercer país de la región incluido en el nuevo informe del CPJ es Brasil, antepenúltimo en una lista en la que suele moverse mucho debido a los “esporádicos pero significativos avances” que se registran en el país a la hora de juzgar a asesinos de periodistas y que contrastan, dice, con nuevos asesinatos registrados.
Así, en 2013 Brasil logró condenas en tres casos de asesinatos de periodistas, un “avance minado” por el hecho de que a la par tres nuevos informadores fueron ultimados en venganza por su trabajo.
Según el CPJ, la “prueba de fuego” de la “voluntad política de luchar por la justicia más allá de la retórica” y combatir la impunidad del gobierno de Dilma Rousseff será ver si el año próximo se implementan nuevas medidas propuestas, como una ley para darle a la policía federal jurisdicción para investigar crímenes contra periodistas cuando haya pruebas de incompetencia a nivel estatal.
El “Indice de Impunidad” está encabezado un año más por Irak -y lo hace así desde 2008- por su “cien por ciento de impunidad en cien casos” de asesinatos de periodistas contabilizados.
También Somalia y Filipinas repiten puestos en el segundo y tercer lugar, respectivamente. Un país nuevo en esta lista negra es Siria, país declarado ya por el CPJ como el más peligroso del mundo para la prensa y que ahora se une al índice debido a la “completa impunidad” con que se han cometido al menos siete asesinatos de periodistas desde 2012. (Fuente: DPA)