Fue conocido como El Pacto de No Agresión de Gijón entre las selecciones alemana y austriaca, las cuales acordaron conservar un marcador que favorecía a ambas, dándoles el pase a la siguiente ronda y dejando fuera a Argelia cuyo partido contra Chile ya se había llevado a cabo con anterioridad. Como consecuencia de este partido, la FIFA determinó que los últimos juegos de fase de grupo se efectúen a la misma hora para evitar que se repitan este tipo de situaciones.
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