FORTALEZA, Brasil.— La palabra “craque” está reservada en Brasil para los jugadores más exquisitos, aquellos astros llamados a marcar diferencias. Desde hace mucho tiempo que Neymar estaba destinado a ser “o craque” de la Copa del Mundo que la verdeamarela juega en casa, pero le apareció un retador inesperado en James Rodríguez, el enlace colombiano que ha sido la gran estrella del torneo.
Brasil y Colombia se enfrentan el viernes en Fortaleza por un cupo en las semifinales con un cartel inmejorable: el duelo particular entre los dos ’10’, las figuras clave de sus selecciones. Con el permiso del argentino Lionel Messi y su zurda prodigiosa, el encuentro se presenta como la batalla de las dos individualidades más destacadas del Mundial.
El colombiano, también zurdo, es hasta ahora el máximo goleador con cinco tantos y ha dado dos asistencias, mientras Neymar está un peldaño debajo con cuatro anotaciones, una de ellas de penal.
“James Rodríguez es un excelente jugador, un ‘craque’, a pesar de su edad. Los dos tenemos 22 años”, recordó el miércoles Neymar, que cubrió de elogios a su colega usando la famosa palabra. “(Pero) espero que su ciclo acabe ahora y la selección brasileña avance”.
Ambos visten la camiseta número ’10’ de su selección, que además son por mucho las más vendidas entre los aficionados. Neymar lleva sobre sus hombros la pesada herencia de leyendas como Pelé y Zico, mientras que James honra la tradición de Carlos “el Pibe” Valderrama.
El enlace del Mónaco ha anotado tres goles de zurda, uno de derecha y otro de cabeza, mientras el atacante del Barcelona embocó tres remates con su pierna diestra y uno con la izquierda.
James, que lideró tras la primera fase la tabla de los futbolistas más efectivos que se elabora en función de diversas variables estadísticas del torneo, ha sido la figura de la cancha en tres partidos según la FIFA. Neymar en dos.
La comparación de esas estadísticas oficiales delata un enfrentamiento muy parejo. Ambos han rematado 15 veces al arco. El brasileño ha cubierto 40,8 kilómetros en 369 minutos, mientras el colombiano ha corrido 30,9 en 309 minutos. James ha completado más pases que Neymar (130 contra 113), pero el brasileño ha recuperado más balones (13 contra 7).
Brasil, favorito para levantar el trofeo en la final de Río de Janeiro, llegó con el antecedente de la Copa Confederaciones que ganó contundentemente hace un año, con victorias en todos sus partidos y los correspondientes golazos de Neymar. Pero hasta ahora ha dejado una imagen más bien pálida. Excesivamente dependiente de lo que haga su estrella, ganó dos partidos y empató otro en la fase de grupos (0-0 con México), y después sufrió hasta el último suspiro antes de imponerse a Chile por penales en los octavos de final tras un empate 1-1. El ’10’ embocó su remate.
“Neymar es bueno, pero pensamos en todo Brasil”, aseguró el defensa colombiano Carlos Valdéz. Pero inmediatamente después advirtió: “sin duda hay que tener esa referencia”.
Colombia, por su parte, ya presume del mejor Mundial de su historia. James es el único jugador que ha anotado en los cuatro partidos, y ha participado en casi todos los goles de su selección, de paso perfecto en el torneo.
En el estreno ante Grecia (3-0) hizo un elegante amague para dejar pasar el balón en el primer gol y anotó el tercero, mientras contra Costa de Marfil (2-1) embocó un soberbio cabezazo para abrir la cuenta y recuperó el balón para el veloz contragolpe que culminó en el segundo.
Con Colombia ya clasificada, inició en la banca en el último duelo de la fase de grupos frente a Japón (4-1), pero salió al descanso y cambió un partido que a esa altura estaba igualado a uno. Dio los pases para el doblete de Jackson Martínez, y después coronó el marcador con una sublime jugada en la que le quebró la cadera a un defensa para después picar el balón sobre el portero.
Y en octavos eliminó a Uruguay (2-0) con un doblete. El primero ha sido probablemente el mejor gol del Mundial, cuando recibió el balón con el pecho afuera del área y se giró sin dejarlo caer para definir de volea.
El paso de Brasil ha sido menos imponente, pero Neymar se las ha arreglado para anotar dos dobletes. Uno en el partido inaugural contra Croacia (3-1), cuando remató un penal y anotó de zurdazo desde fuera del área, y otro en el duelo definitivo de primera ronda que encaminó ante el eliminado Camerún (4-1), en el que marcó de primer toque y después en una jugada individual en medio de varios defensores. A la canarinha parecen atragantársele los juegos cuando su astro no marca.
Quizá la mayor diferencia entre los dos ’10’ es que el funcionamiento de los anfitriones no termina de engranar, y la soledad de Neymar ha sido palpable en varios pasajes de los encuentros, mientras que la sincronía de Colombia va más allá de las pintorescas coreografías con que celebran sus goles.
James ha encontrado socios de lujo en la solidaria Colombia, especialmente el otro mediocampista creativo, Juan Guillermo Cuadrado, que lo ha surtido con asistencias para tres de sus cinco goles. Probablemente el mejor ejemplo de esa comunión es el segundo tanto ante Uruguay, eclipsado por la genialidad técnica del primero. En esa segunda anotación, ocho de los 11 colombianos tocaron en 10 ocasiones el balón antes de que Cuadrado lo sirviera de cabeza a James.
Los anfitriones enfrentan al mejor jugador del Mundial, y con certeza querrán arrebatarle esa medalla.
“No estamos aquí para dar espectáculo ni para ofrecer un show. Estamos aquí para ganar”, aseguró Neymar. “Mi máximo deseo es ver a Brasil campeón, ya dije antes de empezar que no me interesa ser goleador ni nada parecido”. (Fuente: AP)