CANCÚN, MX.- Un terreno de 10.2 hectáreas, ubicado dentro del Área Natural Protegida “Manglares de Nichupté”, en el kilómetro 23.2 en la Tercera Etapa de la Zona Hotelera de Cancún, es comercializado en 34 millones de dólares por la inmobiliaria “El Jaguar”, presidida por el ex alcalde de Benito Juárez, Gregorio Sánchez Martínez.

La suma incluye los supuestos permisos federales, municipales y hasta las revisiones que presuntamente ha hecho la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para la construcción de un megadesarrollo de siete torres dobles de 20 niveles, cada uno con 72 departamentos.

El complejo residencial se llama “Puerto Nizuc Grand”, propiedad de la empresa “De Cancún para el Mundo”, aquella que intentó detonar dicho proyecto en 2007, con el nombre de “Puerto Nizuc”, violentando el Programa de Ordenamiento Ecológico (Poel) 2005.

El desarrollo consta de 480 departamentos de lujo, 28 pent house, 14 garden house, dos cajones de estacionamiento por condominio, dos elevadores por torre, tres mil 900 metros cuadrados de área comercial con restaurante, más de 64 mil metros cuadrados de áreas verdes, ciclopista y pista de joggin, canchas de tenis, albercas infinity, estacionamiento techado y un muelle privado.

De acuerdo con la consulta hecha al portal del corporativo “Jaguar”, el valor del terreno, “con todos los permisos para desarrollar el proyecto” es de 34 millones de dólares americanos, al contado.

El mismo predio es comercializado en la página de internet Mercado libre, por 20 millones de dólares y en otra página más, por la inmobiliaria Neo Home, en la misma cantidad.

La diferencia de precios radica en que el Corporativo Jaguar ofrece los permisos ya obtenidos para el proyecto:

Una supuesta acta de Cabildo del ayuntamiento de Benito Juárez, cuya fecha no se precisa; publicaciones en el Periódico Oficial del gobierno de Quintana Roo, que tampoco se especifican; constancias de uso de suelo emitidas por la Dirección de Desarrollo Urbano, cuya fecha no se aclara; y la autorización de impacto ambiental “cumplidas las condicionantes”.

También el cambio de uso de suelo de terreno forestal a Turístico Hotelero Especial (THE) –revocado en octubre del 2008 por la propia administración de “Greg”; permisos de chapeo y desmonte, emitidos por la Dirección de Ecología, factibilidades de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); autorización para la realización de cinco pozos de absorción y una licencia de construcción hasta diciembre del 2011.

Incluso se indica que cuenta con dos actas de inspección de la Profepa, que avalan la verificación del cumplimiento de condicionantes de la Manifestación de Impacto Ambiental y otra, “del finiquito” del cambio de uso de suelo en terrenos forestales a turístico.

“Manglares de Nichupté”

El detalle está en que el predio se encuentra dentro del Área Natural Protegida Área de Protección de la Flora y Fauna “Manglares de Nichupté”, decretada como tal el 26 de febrero del 2008, durante el sexenio del entonces presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.

El terreno, ya desmontado, se oferta como “colindante con el área natural protegida”; sin embargo, está adentro de “Manglares de Nichupté”, cuya extensión es de cuatro mil 457 hectáreas.

El decreto de dicha área natural protegida no le aplica al predio de la empresa “De Cancún para el Mundo”, al haber obtenido la desincorporación de éste.

La compañía, entonces representada por Héctor Manuel Zulueta, se amparó en contra de Calderón Hinojosa, de la Semarnat, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y hasta del director del Registro Público de la Propiedad y el Comercio.

El 17 de octubre del 2008, Zulueta inscribió en el Registro Público el cambio de uso de suelo de la sesión 76 del Cabildo, correspondiente a la sesión celebrada el 25 de febrero del 2005, una de las dos polémicas sesiones que el entonces alcalde interino, Carlos Canabal, realizó en secreto para revivir la tristemente célebre clave THE, que fue retirada de la actualización del Programa de Desarrollo Urbano de Cancún 2005.

Lo que Zulueta omitió registrar, fue que el 10 de octubre del 2008, el Cabildo de “Greg” Sánchez revocó el THE, sus parámetros y todas las autorizaciones emanadas de esa clave.

El 25 de marzo del 2009 le fue admitido el amparo mediante el cual solicitó la desincorporación de su predio, del Área Protegida “Manglares de Nichupté”.

El 17 de abril de ese año, el área jurídica de la presidencia de la República y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), interpusieron un recursos de revisión que perdieron. El tribunal lo desechó.

Para el siete de junio del 2010 el Juzgado Cuarto de Distrito declaró que la sentencia se había cumplido.

Es decir, “que el decreto por el que se declara área natural protegida con la categoría de Área de Protección de la Flora y Fauna Manglares de Nichupté, no será aplicable para el predio de la persona moral denominada ‘De Cancún para el Mundo’, localizado en el lote 3, Manzana 61, SM 00D, Tercera Etapa de la zona hotelera, de conformidad con la ejecutoria del juicio de amparo 536/2008, radicado en el Juzgado Cuarto de Distrito”.

Tampoco le aplicará el Programa de Manejo, derivado de la sentencia del 17 de abril del 2009, que ampara a la empresa en contra del decreto de el área protegida.

El antecedente

La empresa “De Cancún para el Mundo” intentó desarrollar su proyecto por primera vez en 2007, invocando la fallida clave THE-Especial, retirada durante el proceso de actualización del Programa de Desarrollo Urbano de Cancún (PDU) y de formulación del Programa de Ordenamiento Ecológico Local (Poel) 2005.

El caso fue ampliamente documentado por EL PERIÓDICO durante todo su proceso, hasta la declaratoria de nulidad de la autorización de impacto ambiental que el entonces delegado de la Semarnat, Rafael Muñoz, otorgó a la empresa, violentando el Poel-2005

El predio se ubicaba dentro de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA 10), con política de protección ambiental, densidad cero y superficie de desmonte cero, lo cual fue argumentado por el gobierno de Quintana Roo, que declaró el proyecto inviable, por violentar el Poel y estar sobredensificado.

A través de su Instituto de Impacto y Riesgo Ambiental (INIRA), el gobierno estatal determinó que el proyecto también incumplía seis criterios ambientales del Poel y advertía que el acta de Cabildo de la sesión 76, tendría que ser verificada

En tanto, la Dirección de Ecología de Benito Juárez, entonces encabezada por la bióloga, Reina Gil, consideró improcedente el proyecto por las mismas razones.

Incluso, Gil Hernández habría informado mediante oficio que el acta de Cabildo que sustentaba el pretendido cambio de uso de suelo, estaba “anulada” por lo cual la empresa no tenía permisos municipales.

El dato más fuerte lo habría dado la propia Semarnat, a través de su Dirección General de Política Ambiental e Integración Regional y Sectorial (DGPAIRS), cuando advirtió que el proyecto estaba sobre la UGA 10, por lo cual no cabían ahí los usos de suelo turístico y comercial, al ser incompatibles.

Pese a ello, Muñoz Berzunza otorgó la autorización el 17 de octubre del 2006, mediante oficio 04/SGA/1074/06, a nombre de Héctor Manuel de Zulueta Ochoa, representante legal de la empresa Cancún para el Mundo.

En mayo del 2007 fue despedido públicamente por Calderón Hinojosa y meses después, la autorización que emitió fue declarada nula por la propia dependencia federal, al corroborarse los agravios antes descritos. Al año siguiente, en 2008, vendría la declaratoria de “Manglares de Nichupté”.

Actualmente, el problema más grave estriba en que con la actualización del Poel, el predio pasó a la aplicación del Programa de Desarrollo Urbano, actualmente en proceso de reformulación, en el cual aparece densificado con dos mil 39 cuartos, es decir, mil habitaciones más que los que se le autorizaron indebidamente en 2006 y que le fueron anulados en 2007. (Fuente: El Periódico)

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