Si algún automovilista es detenido en el primer cuadro de la ciudad por una patrulla de Tránsito, es que, de plano, es su día de mala suerte.
Solo tres patrullas de la Dirección de Tránsito se encargan de la vigilancia del primer cuadro de la ciudad.
No es que no haya patrullas o policías. No hay dinero y en consecuencia, no hay para la gasolina de las patrullas.
Y esta crisis también se reporta en la Policía Preventiva. La falta de recursos obliga a estacionar las patrullas y que los elementos de la corporación trabajen 24 x 24 (Es decir 24 horas de actividad y 24 “franco”, sin día de descanso).
Entonces el problema es doble. A la improvisación e incapacidad de Juan Pedro Mercader y Arturo Olivares Mendiola, está la agravante que no hay dinero para la seguridad pública.
Aunque, en realidad en Benito Juárez sí hay dinero para otras “prioridades”, sobre todo de tipo “electorero”.