Dicen los enterados que Ludivina Menchaca está al borde de un ataque de nervios.
Y es que se ha convertido en la villana favorita del estado, después del operativo de la Profepa, con apoyo de elementos de la Marina, en terrenos que Nirvado Mena Villanueva, descosido comisariado ejidal de Holbox, entregó a holboxeños, como parte de su campaña a presidente municipal de Lázaro Cárdenas, por el PT.
Un enorme coro, que incluye desde el titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente, Rafael Muñoz Berzunza, hasta militantes de Morena, se ha ido a la yugular de Ludivina, cuyo principal mérito político es que ha sido toda un soldado del sistema.
Y ahora el debate de Holbox se ha reducido a la liberación de 16 detenidos, y sobre todo, a Ludivina, que no sólo es ‘chivo expiatorio’, sino también cortina de humo.
Mientras, el grupo de empresarios yucatecos preparan el zarpazo final para apoderarse de Holbox.
En este despojo en Holbox, Ludivina ya es más relevante que Fernando Ponce, Ermilo Castilla y Germán Ahumada Alducín.