Nada cambió en el nuevo duelo que protagonizaron el suizo Roger Federer y el español David Ferrer en la final del Masters 1000 de Cincinnati, y el exnúmero uno del mundo se mantuvo invicto en su decimosexto enfrentamiento frente al tenista de Jávea.
Federer, que a sus 33 años ha recuperado de nuevo el mejor toque de muñeca, precisión y encontrar la manera de ganar los puntos decisivos, venció por 6-3, 1-6 y 6-2 a Ferrer, que se quedó sin poder alcanzar el título en otra final.
Todo lo contrario de lo que sucedió con Federer que también se mantuvo invicto en las seis finales que ha disputado del torneo de Cincinnati.
Lo ganó en el 2005 ante el estadounidense Andy Roddick, 2007 contra el también local James Blake, en el 2009 frente al serbio Novak Djokovic, en el 2010 derrotó a Mardy Fish y en el 2012 de nuevo a Djokovic.
Federer, que logró su título 22 en los Masters 1000 y el 80 como profesional, se llevó un premio de 638.850 dólares y 1000 puntos para la clasificación del circuito, donde ahora ocupa el tercer lugar, superado por Djokovic y el español Rafael Nadal.
Ferrer, de 32 años, que consiguió su mejor clasificación en las 11 veces que ha disputado el Masters 1000 de Cincinnati, logró un premio de 313.200 dólares y 600 puntos, que le aseguraron ascender al quinto lugar de la clasificación mundial (4.855 puntos) tras superar al checo Thomas Berdych, eliminado en la primera ronda.
El partido comenzó igualado, pero con más posibilidades de rotura del español que tuvo tres antes que cediese la primera y única de la manga inicial, que fue en octavo juego y Federer la aprovechó para el ‘break’ decisivo.
Ferrer, en su línea de espíritu de lucha mantuvo la concentración y aseguró mejor el resto y los golpes desde el fondo de la pista para dominar por completo a Federer que vio como el tenista de Jávea le rompió dos veces el saque y lo barrió al ceder sólo un juego.
Llegaba, como sucedió la semana anterior en Toronto, el tercero y definitivo set, y de nuevo Federer mostró su frialdad y control de la presión para llegar al cuarto juego cuando Ferrer, a pesar que salvó dos pelotas de ‘break’ al final cedería su saque y el parcial de 3-1 a favor el exnúmero uno que sería decisivo.
Federer aseguraba su saque y en el sexto juego volvió a tener dos pelotas de rotura, que salvó Ferrer con buenos golpes desde el fondo de la pista para el 4-2.
Pero eso fue todo, Federer siguió intratable con su saque y en el octavo de nuevo se puso arriba 15-40 y a la primera oportunidad que tuvo de asegurar el partido lo hizo con un Ferrer resignado a la realidad que estaba ante su auténtica ‘bestia’ negra desde que llegó al circuito profesional.
El partido que duró una hora y 42 minutos dejó a Federer con seis ‘aces’ y 49 puntos ganados de saque, el 66 por ciento de acierto (49-74) por 59 (52-88) de Ferrer, que disputaba su primera final Masters 1000 de la temporada, pero no pudo ganar el que hubiese sido su segundo título, logró el primero en París 2012 y tampoco pudo llegar al título número 22 de la ATP como profesional.
El jugador de Jávea, que ha disputado tres finales en lo que va de temporada, sólo puso ganar la de la Copa Claro, en Buenos Aires, cuando rompió racha de siete derrotas consecutivas en partidos por el título de campeón.
Federer disputó la cuarta final consecutiva después que la pasada semana jugó también la de Toronto que perdió ante el francés Jo-Wilfried Tsonga, pero antes había ganado los títulos de Dubai y Halle.
Dentro de la competición femenina tampoco hubo sorpresa y la gran favorita, la estadounidense Serena Williams, ganó fácil por 6-4 y 6-1 a la serbia Ana Ivanovic, novena preclasificada, que perdió por séptima vez en los ocho enfrentamientos que han tenido, incluidos cuatro esta temporada.
Williams, de 32 años, vio cumplido su gran sueño de conseguir su primer título en Cincinnati después de haber disputado el torneo Masters 1000 en seis oportunidades.
La número uno del mundo, campeona de Stanford en esta misma gira, logró su quinto trofeo del año, luego de ganar en Brisbane, Miami y Roma.
Williams llegó al partido con el título asegurado de la clasificación “US Open Series” por segundo año consecutivo, lo que le tiene garantizado cuando concluya el Abierto de Estados Unidos un bono de un millón de dólares.
Si la tenista estadounidense gana también el último torneo de Grand Slam, entonces su premio final será de cuatro millones de dólares. (Fuente: Notimex)