Perry se presentó voluntariamente la tarde de este martes en la Corte del Condado de Travis para que le fueran tomadas las huellas digitales y fotografía para su ficha policial, en un proceso que tomó menos de 10 minutos.
En una declaración emitida antes de ingresar a la corte y en presencia de decenas de simpatizantes, Perry dijo que las acusaciones en su contra constituyen “nada menos que un ataque a los poderes constitucionales del gobernador”
“Voy a entrar en este juzgado con la cabeza bien alta sabiendo que las acciones que tomé no sólo eran legales, sino también correctas”, dijo Perry.
“Voy a luchar contra esta injusticia con cada fibra de mi ser, y vamos a prevalecer; vamos a prevalecer porque estamos parados en el lado de la vigencia de la ley”, indicó.
El pasado viernes, un gran jurado del Condado de Travis en Austin, emitió una acusación contra Perry, por los cargos de “abuso de capacidad oficial” y “coerción de un servidor público”.
Los cargos se desprenden de los esfuerzos del gobernador para obligar a la procuradora del condado de Travis, la demócrata Rosemary Lehmberg, a renunciar a su cargo tras ser detenida por conducir en estado de ebriedad.
La acusación se centra en el veto que Perry decretó en junio de 2013 para bloquear la entrega de 7.5 millones de dólares aprobados por la legislatura estatal para financiar una unidad de integridad pública dirigida por la procuradora Lehmberg.
Perry justificó su veto al argumentar que él y el público habían perdido la confianza en la procuradora del condado de Travis, luego de que esta se declarara culpable del cargo de conducción en estado de ebriedad.
El equipo de abogados del gobernador ha calificado las acusaciones como “acciones peligrosas sin precedentes”, que constituyen un intento de “criminalizar la política” por parte de los opositores de Perry.
Su equipo legal sostiene que Perry tenía derecho a bloquear el financiamiento para la unidad de integridad pública para forzar a Lehmberg a renunciar, y argumenta que el gobernador no tenía obligación legal de explicar su veto.
Perry, quien se encuentra en los últimos meses de su administración tras 14 años como gobernador, es considerado un potencial candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en 2016, a pesar de su frustrado intento por obtener la candidatura de su partido en 2012. (Fuente: Notimex)