PLAYA DEL CARMEN, MX.- La detención de una joven mujer que utilizó a su hijo para tratar de introducir más de 200 gramos de marihuana al Centro de Retención Municipal (CRM), deja al descubierto una amplia red de tráfico de enervantes dirigida por integrantes del crimen organizado, quienes bajo amenazas de muerte obligan a familiares de los reclusos a fungir como “burreros”, bajo la amenaza de que éstos serían golpeados durante su estancia en prisión.
La tarde del pasado martes se filtró a los medios de comunicación la detención de una joven mujer que intentó ingresar al CRM acompañada de un menor de ocho años de edad, quien portaba un yeso en uno de sus brazos. Sin embargo, durante la revisión de seguridad detectaron que entre el yeso se encontraba cuando menos 200 gramos de marihuana, por lo que fue inmediatamente detenida para ser puesta a disposición de la Fiscalía Especial en Atención al Narcomenudeo (FEAN), en tanto que el menor quedó a disposición de trabajadores sociales del Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia (DIF).
Con base en la declaración de la detenida J.L.M., de 30 años de edad, se supo que la droga iba dirigida a internos integrantes del crimen organizado a pesar de estar tras las rejas del penal municipal, quienes amenazan de muerte a los reos para obligar a sus familiares a fungir como “burreros” para introducir todo tipo de drogas so pena de ser salvajemente golpeados como sucedió la misma tarde de la detención de la mujer.
Cabe hacer mención que de forma por demás extraña, los altos mandos del CRM pretendían que la situación pasara desapercibida para los medios de comunicación, sin embargo fueron los propios familiares de los reos quienes rompieron el silencio y denunciaron esta grave situación que podría salirse de control si no se toman medidas inmediatas. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)