CANCÚN, MX.- El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ya ingresó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para concretar el proyecto “Puente Bojórquez en Cancún, Quintana Roo”, que cruzará la laguna interna del Sistema Nichupté a partir del kilómetro 7+965 al 9+896 del Bulevar Kukulcán en la Zona Hotelera de Cancún, siendo una de las obras más esperadas por el sector turístico y población.
Con el ingreso de la manifestación el proyecto entra a su fase de consulta pública para su aprobación y con ello el proyecto ejecutivo que podría estar iniciándose el próximo año.
Juan Carlos González, delegado del Fonatur en Cancún, confirmó que con el ingreso de la MIA, realizado el pasado 14 de agosto a la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat, publicado oficialmente, se iniciará la etapa de consulta pública que llevará un período de 15 días hábiles, para después proceder con la MIA final y la presentación del proyecto.
De acuerdo a la MIA ingresada para el proyecto, el Fonatur refiere en su comunicado oficial que se trata de un proyecto que desde su diseño, considera el mantenimiento de las características ambientales del sitio, como el establecimiento de pilotes y atirantados para evitar afectaciones al manglar, así como rejillas para permitir el paso de luz a este tipo de vegetación, con una longitud de 1,206.6 metros, y una amplitud a cuatro carriles de circulación con 28 columnas, que incluyen la creación de isletas ecológicas con vegetación de manglar como obras de mitigación en la laguna Bojórquez.
La MIA hace referencia a las características del lugar donde se desarrollará la obra y que comprende la laguna interna Borjórquez, con una superficie de mil 124.21 hectáreas enmarcadas por el Sistema Lagunar Nichupté, que ya presenta problemas complejos derivados del desarrollo urbano y un uso de suelo intensivo.
También se presenta toda la caracterización y estudios de barimetría, suelo, geología, calidad de sedimentos, calidad de agua, hidrológicos y demás hasta la propia vida silvestre que todavía contiene la zona.
En estos estudios se refieren seis impactos ambientales positivos que se podrían generar con la obra y 12 impactos negativos con la aclaración de que no existe posibilidad de que ocurra daño ambiental grave como consecuencia de la preparación, construcción y operación del proyecto, ya que los impactos ambientales negativos son en la escala analizada calificados como mitigables, compensables y moderados.
En estudios que se realizaron, se mencionan también aspectos sobre la calidad del agua actual que se clasifica como buena, así como una fauna silvestre pobre o escasa derivado del mismo desarrollo que se ha dado en la zona.
Con los informes y estudios ambientales que se realizaron, el proyecto estaría contemplando en su diseño y construcción, una modificación a la calidad del agua por turbidez, cambios morfológicos en el fondo lagunar y en el perfil batimétrico entre otros aspectos técnicos que se especifican para no impactar aún más la zona y generar ese detonante económico y generación de empleo, entre otros aspectos que se destacan.
De hecho la presentación de la MIA tiene una estrategia que estará previniendo, mitigando, compensando y restaurando los impactos potenciales que se pudieran derivar del propio proyecto, bajo un programa de manejo ambiental que contará con una supervisión ambiental, reubicación, de fauna, manejo de las islas, forestación de manglar, monitoreo de calidad del agua, manejo de residuos y emergencias.
En beneficio del humedal se destaca que se aplicará un programa de monitoreo a largo plazo, así como el programa de reubicación de especies de la fauna silvestre como iguanas grises, cocodrilos y garzas y se propone la formación de 8.3 hectáreas de mangle rojo a base de isletas conformadas mediante tablestacados que serán rellenados con el producto del dragado y se colocan mallas geotextiles durante la obra para evitar la dispersión de partículas.
Una vez aprobada la MIA, el delegado en Cancún, estimó que el proyecto podría estar iniciando obra a más tardar el próximo año, con una inversión de tres mil millones de pesos, que se etiquetaron dentro del Plan Nacional de Infraestructura Turística. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)