DARMSTADT.- En un hecho histórico para la humanidad, el módulo Philae aterrizó hoy sin problemas sobre la superficie del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, en el que permanecerá varios meses para estudiarlo en profundidad.
La Agencia Espacial Europea (ESA) informó hoy desde el centro de control de operaciones en la ciudad alemana de Darmstadt de que el aterrizaje se produjo a las 16.02 horas GMT.
De acuerdo con el plan, el módulo, de tamaño similar a una lavadora, descendió hasta el cometa, donde se ancló con arpones y tornillos.
El aterrizaje en el cometa que viaja a toda velocidad por el espacio coronó una misión de una década para estudiar de cerca la gigantesca bola de hielo y polvo y aprender más acerca de los orígenes de estos cuerpos celestes.
La agencia informó que recibió una señal del módulo Philae de 100 kilogramos después de que aterrizó exitosamente en la superficie helada del cometa de 4 kilómetros de diámetro.
El plan es que Rosetta y Philae acompañen después al cometa en su dirección hacia el Sol y se volverá más activo conforme se calienta.
Empleando 21 instrumentos de medición, recogerán datos que los científicos esperan ayuden a explicar el origen de los cometas y otros cuerpos celestes.
La ESA va a estudiar en detalle el desarrollo de la coma del cometa, averiguar el agua que tiene dentro y la expulsión, y si hay moléculas complejas -origen de la vida-.
En caso de que el agua del cometa sea como la de la Tierra y de que el cometa tenga aminoácidos, la ESA tendrá la prueba de que fueron esos cuerpos los que trajeron el agua y la vida a la Tierra.
Sueño de 10 años
Marcó el final de los 10 años de viaje por 6 mil 400 millones de kilómetros en los que la nave Rosetta transportó a su acompañante el módulo de aterrizaje Philae.
El director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, calificó el aterrizaje como “un gran paso para la civilización humana”.
“Hemos sido los primeros en lograrlo y eso quedará para siempre”, dijo Dordain.
Siete horas antes, la sonda no tripulada Rosetta liberó con éxito el módulo de aterrizaje hacia la superficie del cometa.
La ESA anunció el miércoles por la mañana que Philae no había logrado activar el sistema de descenso activo, que emplea un mecanismo de propulsión para evitar que la nave rebote en la superficie del cometa. En su lugar la agencia empleó tornillos de hielo y un sistema de arpones para asegurar la sonda.
Varias horas más tarde los controladores de la misión aplaudieron y se abrazaron el miércoles, cuando se confirmó la separación del módulo.
Unas dos horas después de que se confirmase la separación, los científicos dijeron que habían restablecido el contacto con el módulo tal y como se esperaba.
Durante su descenso los científicos sólo pudieron mirar porque la enorme distancia con la Tierra -500 millones de kilómetros- hace imposible enviar instrucciones en tiempo real. (Fuente: Agencias)