Un juez ordenó este lunes la libertad inmediata de dos mujeres que fueron detenidas el pasado 30 de junio en Tlatlaya, Estado de México, durante un supuesto operativo de las autoridades federales en el que perdieron la vida 22 personas, refirió un comunicado del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

Las mujeres, recluidas en el Centro Federal Femenil de Readaptación Social en Tepic, Nayarit, eran acusadas del acopio de armas de fuego y posesión de cartuchos para arma de fuego del uso exclusivo del Ejército, la Armada y fuerza Aérea Nacional.
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El Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México refirió que se tomó la decisión de otorgar la libertad a las reclusas “en virtud de que durante la audiencia final, el Agente del Ministerio Público de la Federación presentó conclusiones no acusatorias en favor de ambas, mismas que fueron ratificadas en la propia diligencia”.

Ambas mujeres son civiles que estuvieron presentes en los hechos ocurridos en junio pasado en la comunidad San Pedro Limón, municipio de Tlatlaya, Estado de México, donde perdieron la vida 22 personas que se encontraban en el interior de una bodega, destacó el comunicado del CJF.

El pasado 21 de octubre, la CNDH emitió su recomendación 51/2014, que estableció que 15 de las 22 personas muertas en Tlatlaya fueron privadas de su vida por fuerzas federales, a pesar de estar rendidas.

Por el hecho siete militares recibieron formal prisión el pasado 7 de noviembre, ya que tres de los integrantes de las fuerzas armadas dispararon contra un grupo de supuestos delincuentes.

Fernando Quintero Millán, Roberto Acevedo López y Leobardo Hernández Leónides son los tres militares que recibieron el cargo de “homicidio calificado” por el caso de Tlatlaya.

Quintero Millán, Acevedo López y Hernández Leónides también son acusados por el delito de abuso de autoridad, alteración ilícita del lugar y vestigios del hecho delictivo, y por ejercicio indebido del servicio público, según el CJF.

Los siete militares procesados están recluidos en una prisión castrense del Campo Militar 1-A, en la Ciudad de México. (Fuente: CNN)

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