COZUMEL, MX.- Cuantiosa cantidad de dinero correspondiente a las ventas de los días sábado y domingo se llevaron delincuentes que atracaron la empresa Zeta Gas ubicada en la zona industrial, luego que fuera sometido y maniatado el agente de seguridad de empresa privada, lo raro es que en el interior de la gasera hay cuatro perros bravos, los cuales no atacaron a los ladrones.
Alrededor de las 19:30 horas, y de acuerdo a información extraoficial obtenida, vigilantes de lo que fue la empresa Wartsila ubicada frente a la firma Zeta Gas en la zona industrial, auxiliaron al velador que se encontraba amarrado afuera de la gasera y sentado en una piedra.
El velador del cual no se proporcionó el nombre, señaló a la policía municipal que minutos antes unos sujetos (sin especificar la cantidad) con armas de fuego en mano se había introducido al predio por la parte posterior colindante a un extenso monte, por un punto por el que únicamente está delimitado el terreno con alambre de púas.
Dijo que luego de haber sido amenazado por uno de los delincuentes, al decirle que si gritaba para pedir auxilio lo matarían, uno de ellos lo amarró de las piernas con una cuerda y con trozos de tela le taparon la boca, lo maniataron de las manos por la espalda, lo tiraron al suelo y le pidieron que no levantara la cabeza si quería vivir.
Para él pasaron los minutos muy lentamente, mientras escuchaba golpes en el interior de la oficina del gerente, instantes después, sin darse cuenta de la hora, dejó de escuchar el ruido, imperando nuevamente el silencio, dijo haberse levantado y empezar a saltar hacia el portón metálico de la entrada (aún con las manos atadas), donde según luego de quitarse la mordaza que le pusieron en la boca, logró quitar el candado con los dientes, ya que éste estaba abierto.
En eso empezó a gritar pidiendo auxilio al personal de seguridad que vigila lo que fue la planta eléctrica Wartsila, quienes lo apoyaron y dieron parte de lo sucedido al servicio de emergencia 066, que a su vez lo reportó a la policía municipal y judicial, acudiendo al lugar de los hechos elementos de ambas corporaciones, además de personal de Servicios Periciales de la procuraduría de justicia, quienes llevaron a cabo las investigaciones correspondientes en el interior de la oficina y perímetro del lugar.
Hasta el predio llegó Alejandro Noé Toxqui Guerra, gerente de planta gasera Zeta Gas Cozumel, quien manifestó que los viernes son los días que depositan el dinero producto de las ventas, sin embargo, que los ingresos generados del día sábado y domingo se depositan hasta el día lunes, por lo cual lo dejan en la caja fuerte, manifestando a la vez que “el dinero no es tan importante, por estar asegurado, sino que la importancia en este momento es la integridad del agente de seguridad”.
Hasta el momento se desconoce la cantidad de lo sustraído, pero de acuerdo a sus ventas, se presume que es cuantiosa la cifra, por lo que los policías judiciales tendrán que investigar minuciosamente el caso, ya que fue demasiado raro que los bravos perros no hayan atacado a los delincuentes que atracaron el lugar luego de haber sometido con arma o armas de fuego al vigilante.
La policía municipal acordonó el área sin permitir el paso a nadie, y es que de acuerdo a Sergio Terrazas Montes, director de Seguridad Pública, el hecho se remitió a un simple asalto realizado por un solitario encapuchado quien habría amagado al velador para robarle solamente su cartera y huir enseguida.
No obstante, al lugar llegó la policía judicial, municipal, hasta los peritos de la procuraduría para levantar los indicios, algo un tanto de más para un simple asalto para robar una cartera.
Trascendió de fuentes extraoficiales que la oficina del gerente de la gasera, Noe Toxqui Guerra, se encontraba revuelta y desordenada, además forzada alguna puerta.
La huida no fue tan difícil para los delincuentes al ser una zona en la que predomina abundante selva, y solamente se erige en este perímetro lineal el cementerio, lo que fue la planta Wartsila, más al fondo el penal de Cozumel, todo ello en un tramo de casi un kilómetro, donde el patrullaje de la policía es nulo, precisamente por no haber viviendas en esta parte de la llamada zona industrial, que al caer la noche queda deshabitada. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)