CIUDAD DE MÉXICO.- Decenas de personas marcharon la noche de este miércoles, la última de 2014, en la Ciudad de México junto a padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, una protesta pacífica que fue bloqueada por la policía en su camino hacia la residencia presidencial de Los Pinos.

“Aquí venimos a pasar el Año Nuevo (…) No estamos cansados, estamos desesperados por no encontrar a nuestros hijos”, dijo María Concepción Tlatempa, madre de uno de los estudiantes desaparecidos, entre decenas de veladoras encendidas y fotografías blanco y negro de los chicos.

Cerca de 150 personas, entre ellos parientes y compañeros de los jóvenes desaparecidos, se trasladaron este miércoles desde Guerrero hasta la capital mexicana para realizar la marcha, que partió de las inepública (PGR) rumbo a Los Pinos.

Sin embargo, cientos de policías capitalinos y antimotines impidieron el paso del contingente hasta el domicilio oficial del presidente Enrique Peña Nieto, quien a raíz de este crimen enfrenta su peor crisis desde que asumió el poder en diciembre de 2012.

El bloqueo policial “nos da tristeza porque nosotros cuando manifestamos, manifestamos pacíficamente, nunca hacemos mal a nadie. Pero pues desgraciadamente nos atacan de esa manera. Tenemos la respuesta del gobierno así”, dijo Tlatempa.

Los elementos de seguridad de Los Pinos se negaron a confirmar a la AFP si el mandatario se encontraba en la residencia.

Los padres de los estudiantes desaparecidos ya habían intentado llegar a Los Pinos en Nochebuena, bajo una lluvia torrencial, pero decenas de efectivos antimotines les impidieron el paso.

La protesta de este miércoles concluyó sin incidentes y algunos de los manifestantes pasaron la noche en ese lugar. Otros regresaron frente a la fiscalía, donde un plantón se instaló desde el viernes pasado.

Los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa en Guerrero desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala, a 200 kilómetros de la Ciudad de México, después de ser baleados por policías locales y narcotraficantes.

La investigación de la PGR -basada en declaraciones de sicarios detenidos- apunta a que los policías entregaron a los jóvenes al cártel Guerreros Unidos, que los habría asesinado e incinerado. Sin embargo, por el momento sólo han sido identificados los restos de uno de los estudiantes.

Este crimen, que ha estremecido a la sociedad mexicana y a la comunidad internacional, detonó numerosas protestas en todo el país -algunas violentas y multitudinarias- que piden la renuncia de Peña Nieto.

Por otro lado, en Chiapas (sureste), otro grupo de padres de los estudiantes se reunió este miércoles con la guerrilla Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que celebra su Festival Mundial de la Resistencia y Rebeldía y se ha solidarizado con la causa de los estudiantes. (Fuente: AFP)

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