Los Ángeles. En el Obelisco, frente al consulado mexicano, donde se realizan las protestas por Ayotzinapa, hoy estuvo cerrado “por reparación”. Olía a estiercol. Esto no impidió que más de 200 manifestantes se apostaran en la acera de esa representación diplomática para repudiar la visita de Peña Nieto a Washington y a Obama por “el descaro de hablar con un hombre que no responde por asesinatos de su pueblo, por las torturas y por las desapariciones”, como lo expresó Belén Asención, quien tiene a un hermano y a un primo desaparecido en México.
Personal consular pidió a la policía que retirara a los manifestantes, pero se impuso la libertad de expresión. El evento fue el que más convocó a los medios angelinos, que, incluso, hicieron transmisiones en vivo y los cientos de vehículos que transitaron por esa arteria sonaron sus claxons en señal de adhesión a la protesta.
Cadenas de television en español, incluso, transmitieron la parte más emotiva del evento: el clamor de una justicia encadenada y ensangrentada , que llama a los mexicanos a actuar para salvar a México del gobierno antipopular y desnacionalizado y de las garras del imperio. Resaltó, además, el cinismo del personaje de Don Porfirio Nieto, con todo y copete, quien sin mayor rubor dice que todo se lo debe a las transnacionales y a Estados Unidos. Fue una parodia largamente ovacionada.
Hoy, las protestas se extendieron en una cuarentena de ciudades estadunidenses, como lo dijo el vocero de la Coalición Latinoamericana por Ayotzinapa, Rubén Tapia. Eventos que reunieron a mexicanos, mexicoamericanos , centroamericanos y anglosajones, fundamentalmente y en los que se habló en español y en inglés.
Los manifestantes entregaron en el consulado cartas en las que piden la renuncia del presidente Peña Nieto por sus políticas entreguistas de los recursos naturales de México a empresas trannacionales, porque no ha respondido a los cuestionamientos de su calidad moral y por el combate y persecución a los que quieren un cambio profundo en su país. Dijeron que esta petición está basada en preceptos constitucionales.
Además, se pidió la dimisión del consul general, Carlos Sada, porque nunca da la cara a los que exigen justicia en el caso de Ayotzinapa y la democratización mexicana. Lo acusaron de haber solicitado al gobierno de la ciudad de Los Angeles que cerraran el espacio verde frente a ese edificio consular, donde se reúnen los manifestantes.
Hubo reclamos en favor de la liberación del doctor Mireles, de Nestora Salgado, de Hipólito Mora, entre otros presos politicos.
“Nos arrebataron la justicia, nos secuestraron la paz, nos escondieron la verdad, saquearon nuestros tesoros, vendieron nuestra patria, traicionaron a nuestro pueblo, encarcelaron y asesinaron a nuestros luchadores sociales, contaminaron nuestros mares, nuestros ríos y nuestras tierras, sembraron los valles, los caminos, los montes, las sierras con los cuerpos torturados de nuestros estudiantes, de familias enteras, de bebitos, niños, mujeres embarazadas, ancianos indefensos… y aún tienen el descaro de pedir que lo superemos”, dijo la michoacana Génesis Godínez.
El Frente Ayotzipana-USA advirtió que luchará por la caída de Peña Nieto, por el retiro del ejército, la marina y la gendarmería nacional de Guerrero, por la derogación de las reformas estructurales y por una nueva Constitución.
Se pronunció, además, por un boicot a las elecciones de este año. En ese sentido llamó a la movilización del pueblo mexicano para hacerlo efectivo en cada municipio, estado y a nivel nacional.
Belén Asención dijo que a su madre los miembros del ejército a los que fue a pedir ayuda para localizar a su hijo desparecido le dijeron que no lo hiciera porque era peligroso. Esto, dice, es inaudito y por eso lloró y exclamó: “ No podemos ver a la vente sufrir y pasar de largo”.
Dijo que le duele la desaparición de su hermano, pero más el trauma de su madre, quien no come, no duerme y reza todo el día.
Indicó que la clase política obliga a la migración. Contó que en Puebla, de donde es orignaria, una empresa canadiense quieren construir una hidroeléctrica en las faldas del Popocatépetl y para apropiarse de los terrenos han atemorizado a los indígenas. Por eso, de esa comunidad, ya hay migrantes en Estados Unidos.
Dijo a los mexicoamericanos que preguntaran a sus padres por qué vinieron de México a la Unión Americana: por la injusticia.
Llamó a los mexicanos a unirse para lograr un cambio. “No hay que dejarnos”, expresó entre lágrimas.
En tanto, en la parodia Don Porfirio Nieto se reía a carcajadas y exclamaba: “ Defiendo los intereses de las transnacionales. A mi me entregaron un premio para defender los intereses de la oligarquía. Y Obama me abrazó”.
Y la justicia encadenada, vestida de blanco, con los ojos vendados y las manos ensangrentadas, repuso:
“ Aquí estoy, tienes que venir a liberarme organizándote, ayudándose unos a otros, porque esas voces las oigo todos los días, cada segundo, cada instante. Justicia. ¿Dónde está la justicia? A veces dudo de mi, ¿Quién soy? He desaparecido. No existo. Oigo esas voces llorar a la media noche cuando entran los militares a despojar a las familias. Oigo el clamor y los gritos de lucha de todos los que han muerto en mi nombre.
“Aquí estoy maniatada por un sistema cruel e inmundo, que es antihumano. México, cree en mi. Organízate. Participa. Sé mis ojos, mis manos, mi voz. No puedo ser sin ti. Deja de llamarme y actúa en tu barrio, en tu ciudad, en tu colonia, en tu país. Porque nadie te lo va a venir a componer. Y tu, Peña Díaz, ten por seguro que me tienes encadenada pero el pueblo está en marcha. Ese pueblo trabajador, ese pueblo que clama por mi un día va a abrir tus ojos para que tu y tus amos caigan”.
“Pero las transnacionales me van a salvar”, exclama Díaz Nieto, quien en su ropa lleva parches con logos de Televisa, TV Azteca, Monsanto, Chevron y Texaco.
La justicia arremete:
“ No. El mexicano, el ciudadano del mundo tiene que entender. Escuchen como se ríe. Escúchenlo. Veánlo. Que no les causa indignación, dolor. Tu que no haces nada. No te conmueven las madres, los muertos, los desaparecidos. Apaga tu television por una vez y haz algo. Levanta una basura por lo menos del piso. Vean al poder. No es él, no es el estúpido cara bonita, mírenlo quién es en realidad. Alto. Basta de masacres. Estoy encadenada. Van a destruir su pueblo, aún no llegan al tuyo peor lo van a hacer, porque hay riqueza y cuando menos lo piensen te van a despojar a ti y a tu familia. ¿Qué estás esperando?”. (Fuente: La Jornada)