CORA AMALIA, COMO LA MUÑECA FEA
Anwar Moguel
Escondida por los rincones.
Temerosa de que alguien la vea.
Platicaba con los ratones
la pobre muñeca fea…
Cri-Cri
¡Qué cruel e ingrata es la política! Por eso hubo quien señaló, muy acertadamente, que la política es el arte de “comer mierda sin hacer gestos”, y vaya que sucede muy a menudo.
Hoy le tocó a Cora Amalia Castilla Madrid, a la que ni sus décadas de militancia, ni su abultado currículum y conocida experiencia, la salvaron de merendarse un enorme plato de materia fecal luego de que el líder del PRI estatal, Raymundo King de la Rosa, le faltara el respeto de una manera tan evidente al abandonarla, como a la muñeca fea de la canción de Cri Cri, en el día de su registro.
Hizo mal Raymundo, porque dejó claro lo que todos sabemos, que las candidaturas del PRI a la diputación federal tienen nombre y apellido desde hace meses, pero en su papel de dirigente debe privilegiar la imagen de un partido demócrata y que abre la puerta a todos sus militantes en equidad, aunque una vez más, todos sabemos que no es cierto.
Pero era su deber estar ahí. Era su deber aparentar que como demócrata que dice ser, recibía de igual manera y con igual gusto el registro de Cora Amalia a precandidata –incómoda- a diputada federal por el Distrito 02.
King de la Rosa no respetó la trayectoria de su correligionaria y le dio la espalda. Apapachó a José Luis “Chanito” Toledo Medina y a Arlet Mólgora Glover, pero no fue capaz de brindar su simple presencia al registro de Cora, mostrando de antemano que para el actual PRI su inscripción y sus deseos de contender valen un soberano pepino.
Cora Amalia no recibió el apoyo ni siquiera de aquellos políticos y funcionarios que bajo sus alas recibieron, en su momento, puestos y mentoría. Ni Maritza Medina, ni Billie Jean Peña, ni Ángel Rivero Palomo, ni muchos otros que no han saltado a los altos niveles de la política local pero que tienen direcciones y jefaturas en la administración pública a su calor, se presentaron para darle una palmada.
No. A Cora en el PRI no la quieren. Está en el rincón, abandonada, hablando con los ratones, escobas y recogedores.
Pese a todo actuó con gallardía y cumplió su palabra de registrarse, y habló duro:
“Espero que este proceso concluya para fortalecer al partido. Yo creo que el partido se puede dar la oportunidad de tener un proceso limpio y democrático del cual salga la persona que lo vaya a representar no solo dignamente, sino que sea una opción de mucha votación para el PRI. Hay candidatos que el partido los tiene que arrastrar y hay candidatos que le dan un plus al partido, eso se obtiene cuando hay un trabajo de muchos años de mucho esfuerzo y sobre todo de credibilidad”, dijo.
Y en clara alusión a la virtual candidata, Arlet Mólgora Glover, fustigó: “Soy una candidata natural, pero bueno eso lo tendrá que valorar el partido, o sea no soy yo quien lo pueda valorar, si hacen una encuesta, la encuesta que quieran de la empresa que quieran, soy la que lleva la delantera contra cualquier personaje del partido que quiera participar. Porque te repito, hay un trabajo hecho, realizado para la gente a través de los años, yo no soy una improvisada, soy una mujer de lucha y de trabajo de muchos años”.
No me consta lo que asegura, pero sería interesante poner a prueba en encuesta de campo si sus dichos son ciertos. Como sea, es evidente que el PRI democrático que añora no existe –nunca ha existido- y ella lo sabe perfectamente, porque ha sido parte del mismo sistema que hoy crítica.
Ni modo, hoy le tocó perder. Hoy tuvo que comer ese desagradable alimento político y lo hizo como se debe… sin hacer gestos. (Fuente: Anwar Moguel | PoliticaQR)