LO DEL BRASILEÑO, “UN ACCIDENTE”: Descarta Procurador intento de secuestro de turista; consumió alcohol y droga en exceso, dice

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CHETUMAL, MX.— El Procurador General de Justicia de Quintana Roo, Gaspar Armando García Torres dio a conocer que como resultado de las investigaciones efectuadas, se estableció que la muerte de Dealberto Da Silva Junior “no fue homicidio, sino que fue resultado de una caída lo que le provocó fractura craneoencefálica severa”.

Procurador Gaspar Amando Garcia Torres.
Procurador Gaspar Amando Garcia Torres.
De igual manera explicó que nunca existió la amenaza de secuestro y todo fue una paranoia que sufrieron por el consumo excesivo de droga y alcohol.

Dealberto Jorge Silva, el brasileño que fue hallado muerto este fin de semana en Playa del Carmen, mientras vacacionaba con su hermano y varios de sus amigos para asistir a una boda, pidió ayuda a sus amigos a través de un mensaje de voz en WhatsApp, donde advertía de un posible secuestro.

“Estoy por ser secuestrado, por aquella amiga de Marchetti, la rusa (…) Estoy pasando frente al hotel The Royal, en Cancún, Playa del Carmen, y todo el mundo me está mirando”, señala el audio que fue difundido por medios brasileños y a través de reds sociales, lo que sembró dudas en torno a este caso.

Mediante un boletín de prensa, sin embargo, el funcionario explicó que el occiso, el cual fue identificado como Dealberto Da Silva Junior, de 36 años, originario de Jaragua Do Sul, Santa Catarina, Brasil, había llegado primeramente a Cancún para posteriormente trasladarse a Playa del Carmen, lugar en donde en compañía de su hermano Fernando Luis Da Silva, de 33 años se hospedó en el hotel denominado ‘Reina Roja’.

García Torres dijo que de acuerdo con los datos recabados por los agentes investigadores, Dealberto y Fernando Luis aceptaron darle hospedaje a una mujer identificada como EkaterinaVasileva, de nacionalidad rusa, misma que refirió ante el agente ministerial que a mediados de diciembre llegó a Quintana Roo en compañía de su novio con la finalidad de vivir juntos en esta entidad, pero debido a que el 7 de enero sostuvo fuertes diferencias con su pareja, solicitó ayuda a un amigo de Brasil, quien a su vez la canalizó con Dealberto para que le proporcione hospedaje en la misma habitación que él tenía, a lo que este último aceptó.

De esta manera, con base en testimoniales, se determinó que el día 10 de enero, los hermanos, salieron en compañía de Ekaterinay un individuo, el cual fue identificado como Rómulo Savignon, también de nacionalidad brasileña, alrededor de la una de la mañana para recorrer antros en la ciudad, consumieron alcohol en exceso y varios tipos de drogas, sin referir la forma en la que lo consiguieron.

Aproximadamente a las 9 la mañana regresaron al hotel, momento en que Ekaterina y Fernando Luis sostuvieron una fuerte discusión, por diversos motivos. Cabe mencionar que la mujer de origen ruso se retiró del hotel, e incluso envío un mensaje de texto a Dealberto para informarle que ya no estaría en la habitación, recibiendo como contestación que los dejara de molestar.

Fernando Luis, hermano del fallecido explicó ante la autoridad que luego de haber consumido grandes cantidades de alcohol y enervantes, discutió con Ekaterina por razones que no tenían sentido, por lo que luego de que empleados del hotel les solicitaron calma, corrieron sin rumbo fijo, ya que, dijo, se sintieron perseguidos a tal grado que comenzaron a esconderse en diferentes lugares.

Posteriormente, entrando la noche, regresaron a las inmediaciones del hotel donde se hospedaban, se sentaron y aun bajo los influjos de las drogas se pusieron de acuerdo para deshacerse de sus celulares para evitar ser rastreados vía satelital y de sus zapatos para no ser identificados. Luego se separaron para resguardarse, ya que seguían con la idea de ser observados y perseguidos.

Antes de arrojar su teléfono celular, Fernando Luis envío un mensaje a uno de sus familiares en el que externó su temor de ser secuestrados. En su declaración ministerial, Fernando dijo que desde el lugar donde estaba escondido, observó movilización de patrullas y personas que comentaban que una persona había muerto, por lo cual infirió que se trataba de su hermano.

De manera inmediata, compró ropa y calzado para posteriormente abordar un taxi el cual lo trasladó a Cancún, lugar en donde estuvo deambulando durante dos noches y cuando se le acabó el recurso monetario que tenía, pidió prestada una tarjeta telefónica, con la cual hizo una llamada a un amigo, el cual a su vez contactó a una persona para que vayan a auxiliarlo. Aceptó que nunca hubo secuestro y persecución, sino que fue resultado del efecto de los enervantes. Ante el Agente del Ministerio Público se negó a interponer denuncia alguna, debido a que recalcó que nunca existió secuestro o intento de privación de la libertad; de hecho fue él quien solicitó la entrega del cadáver de su hermano.

Un testigo identificado como Richar McCarthy, habitante del lugar en donde perdió la vida Dealberto Da Silva, narró ante el agente ministerial que aproximadamente a las 23:45 horas, estaba en su domicilio, cuando escuchó ruidos en la parte de arriba del inmueble, por lo que al asomarse vio a un individuo sosteniéndose en el barandal de las escaleras, aproximadamente a cinco metros de donde él se encontraba por lo que ingresó para ponerse ropa adecuada y salir de nuevo, pero cuando se asomó, esta persona ya no estaba. Veinte minutos después, fue avisado por otro vecino de nombre Erick, quien vive en el segundo nivel de dichos condominios, que había una persona en las escaleras, y que aparentemente había caído. Al acercarse al lugar vio que la persona tenía las mismas características que momentos antes observó.

El Procurador General de Justicia, negó que en el hecho haya existido alguna banda de secuestradores o algún delito similar, sino que se comprobó que todo se trató de un delirio de persecución que sufrieron ambas personas, como resultado del abuso de las drogas y el alcohol. (Con información de la PGJE)

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