Uno de los rotundos fracasos en la actual administración municipal, que de fachada preside Paul Carrillo, es Siresol.

La problemática de esta paramunicpal, encargada de la recolección de la basura no se reduce a que los desechos se acumulan por días en las esquinas y es una entidad deficitaria.

Uno de los principales objetivos de esta paramunicipal era reducir el volumen de desechos en el relleno sanitario con la separación de la basura “de origen”.

Pero esta separación no existe y como siempre al relleno va de todo, revuelto y con ello se acelera la reducción de la vida útil del relleno sanitario.

Y Siresol se reduce a una paramunicpal, que depende de recursos fiscales, sin autonomía y contaminante y que le paga a otras empresas para que recojan la basura y con las que arrastra adeudos.

O sea más de lo mismo, pero recargado.

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