Las extorsiones e intentos de extorsión en algunos casos continúan hasta hoy en día, en muchos casos la gente ingenua cae en los argumentos de estos sujetos, haciendo depósitos considerables y que gran parte de los agraviados optan por no denunciar.
En este sentido, el agente de Seguridad Pública dio a conocer que se hallaba de guardia, cuando alrededor del mediodía de pronto sonó su teléfono celular y, aun cuando desconocía el número del cual le marcaron contestó la llamada.
Escuchando la voz de una persona de sexo masculino del otro lado de la línea, la cual le preguntaba que con cuánto dinero contaba, toda vez que tenía secuestrada a su esposa y si no se atuviera a las consecuencias.
Oyendo del otro lado de la línea una mujer que presuntamente lloraba y le pedía auxilio, no obstante debido a que el policía ya sabe cómo se las ingenian estas personas dedicadas a actividades delictivas, optó por cortar la llamada proveniente del número telefónico 331967 39 38.
Mencionando que no es la primera vez que recibe ese tipo de llamadas, anteriormente igual sucedió lo mismo sólo que en esa ocasión la llamada provenía de otro número telefónico, en ese caso le indicaron que tenían secuestrada a su hija, poniéndole al teléfono igual a una mujer según la voz, que simulaba llorar y pedir auxilio.
En esa ocasión, el sujeto le dijo al agente que su hija por equivocación había visto cosas que no debía de ver y, que si la quería volver a ver tendría que darle un dinero, lo que considerara que valiera la vida de su hija.
Pero el agente policiaco no cuenta con hijas grandes, por lo que optó por dar por concluida la llamada.
En muchos casos las personas ingenuas caen en la trampa de estos tipos, luego que sus hijas se hallan fuera de casa; en Tulum han sucedido múltiples casos, que no son denunciados donde los delincuentes al final se salen con la suya, luego que desafortunadamente la gente atemorizada les deposita dinero. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)