Finalmente los ‘trolles’ se convirtieron de carne en hueso en Chetumal y en dos manifestaciones organizadas por separado, se reunieron unas 500 personas, en contra del nuevo huso horario.
Y el mérito de los organizadores es tremendo pues el Gobierno ha hecho valer sus convenios de publicidad con los medios de comunicación locales para minimizar la informidad con el nuevo huso horario.
Pero el mérito aun es mayor, pues en Chetumal, la sociedad ha sido permanentemente atemorizada ante la ineludible dependencia económica de los capitalinos al Gobierno.
Por ahí se ha había minimizado el alcance de las redes sociales en la convocatorias para las manifestaciones, que finalmente tuvieron un importe participación.
Y es que, como se quiere ver, el cambio de zona horaria, una vez más terminó dividiendo a los quintanarroenses, cuando la tarea del gobernante es armonizar y conciliar.