No deja de ser interesante la estrategia de comunicación del flamante presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado, Pedro Flota Alcocer.

Y es que por un lado se tapan y por el otro se descobijan.

Como es ya todo un clásico en la relación gobierno-medios en Quintana Roo, nadie, o mejor dicho, casi nadie, informó de la carta que llevó a la Representación del Gobierno del estado en el Distrito Federal, el presidente nacional de Morena, Martí Batres en la que exige la libertad de los presos políticos de la zona maya, Alfredo Esquivel y Cab, Teresita Brito Piña y Pedro Canché Herrera.

Sin embargo, el Congreso del estado poco después pagó desplegados para que diputados del PRI le contesten a Martí Batres, y obviamente defender la actuación de la Procuraduría y el Poder Judicial.

Por supuesto que hace falta debate, pero lo que prevalece es un diálogo de sordos en el que los representantes del Gobierno sólo hablan y no escuchan.

Y es aún más fácil hablar y hablar, cuando no hay límite de recursos, y se habla y habla a través de desplegados pagados.

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