GUADALAJARA, JALISCO.- A decir de las palabra de Carlos Alberto García Saldivar, abogado penal con diplomado en criminología, la atención médica en el cuadrilátero para el “Hijo del Perro Aguayo”, quien falleció ayer por la madrugada a causa de un traumatismo cervical, fue tardía.
Esto apunta a que pudo presentarse un caso de negligencia médica en el recinto de Tijuana donde se llevó a cabo la función. “Si ya estaba tocado, era para que, en ese momento, lo hubieran atendido como a un boxeador a quien le dan una cuenta de protección, lo atienden en el momento y le permiten o no seguir peleando, en este caso si ya estaba tocado, lesionado o mal físicamente, debieron de haber parado y no dejarlo seguir en la función, así como llevarlo al hospital. Este tipo de espectáculos se supone que mínimo deben tener una ambulancia con cuidados intensivos, no una normal, esto debe de estar en el reglamento del Ayuntamiento de Tijuana”, señaló Saldivar.
“En este caso sería el representante o un familiar del luchador fallecido, quien debería presentar esa denuncia ante el Ministerio Público en Baja California, por negligencia médica, de entrada, y todos los delitos que sean inherentes a ello, después de, es decir, aunque estas son cuestiones más administrativas”, agregó.
La denuncia, en este caso, se presentaría en contra de los promotores, pues al parecer no se tomaron la medidas precautorias durante la función. Pero la investigación pudiera también arrojar complicidad, explicó.
“Me imagino que su representante, ante los promotores, quienes son los que organizaron y no tanto ante la autoridad, porque si el promotor cuando presentó su espectáculo ante la autoridad todos los reglamentos necesarios para que le otorgaran el permiso, pues ahí se exime a la autoridad de, pero si ésta tuvo que ver, si hubo compadrazgo, o hubo corrupción al respecto de no presentar los equipos necesarios y aún así se dio el permiso, ahí también la autoridad incurre en el delito”, dijo.
“La negligencia no es un delito que se siga de oficio, debe de haber una querella, o sea, una denuncia previa”, concluyó García Saldivar.
Autoridades lo descartan
En tanto, el presidente de la Comisión de Box, Lucha Libre y Kickboxing de Tijuana, Juan Carlos Pelayo, descartó que hubiera negligencia médica en el fallecimiento de “El Hijo del Perro Aguayo”, al tiempo que indicó que se hizo todo lo posible para salvarlo.
En conferencia de prensa aseguró que el luchador recibió la mejor atención, y que en el Hospital del Prado, “después de darle todas las atenciones no hubo respuesta cardiológica ni neurológica y se dio el fatal desenlace”.
PERFIL
El líder de los “Perros del Mal”
A punto de cumplir 20 años de carrera como luchador profesional, el “Hijo del Perro Aguayo” perdió trágicamente la vida haciendo lo que era su verdadera pasión: brindarse en los cuadriláteros.
Hijo de la leyenda Pedro “El Perro” Aguayo, el joven Pedro Aguayo Ramírez debutó en la empresa AAA en el año de 1995, apenas a los 15 años de edad y gestando rivalidades con gladiadores de la época como “Latin Lover”, Héctor Garza, “Heavy Metal” y “El Cobarde”.
De igual forma, en ocasiones hacía luchas de pareja junto a su padre, con quien inclusive ganó el Campeonato Nacional de Parejas en dos ocasiones.
En 2003 dejó a la AAA para enrolarse en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), empresa en la que adquirió la mayor notoriedad de su carrera, después de fundar en 2004 a la organización “Los Perros del Mal”, grupo en el que reunió a luchadores como Héctor Garza, “Damián 666”, “Halloween” y “Mr. Águila”, como parte de los miembros originales.
Con los “Perros del Mal” fueron intensas las rivalidades con grupos como “Los Guerreros de la Atlántida” y los “Hermanos Dinamita”, además de gladiadores como “Místico”, “Negro Casas”, “Felino” y “Heavy Metal”.
En 2008, Aguayo Ramírez dejó el CMLL y comenzó con su propia empresa, “Perros del Mal Producciones”, con la que realizó distintas funciones en el interior de la República.
En 2010 regresó a la empresa en la que debutó, haciendo una entrada sorpresa durante la función de “Triplemanía XVIII”, y a partir de ese momento se convirtió en uno de los gladiadores que más fuerza cobró dentro de la organización fundada por Antonio Peña.
Su carrera y su vida concluyeron trágicamente durante la madrugada de ayer, después de una función en Tijuana, Baja California, tras sufrir un traumatismo cervical luego de sostener un combate con “Rey Mysterio Jr.”. (Fuente: El Informador)