‘EL TALIBANCILLO’, EN MANOS DE LA SEIDO: Fuerte operativo para trasladar al DF a líder regional del CDG capturado en Cancún

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CANCÚN, MX.- Bajo un fuerte operativo de seguridad, implementado por policías municipales, estatales y militares, fue trasladado Juan Daniel Velázquez Caballero, alias “El Talibancillo” y/o “T-52”, ex líder del cártel del Golfo al aeropuerto de esta ciudad para abordar un vuelo a la Ciudad de México y ser puesto a disposición de la Subprocuraduría Especializada en la Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).

Minutos antes de las siete de la mañana, policías municipales, estatales, federales y militares trasladaron al antes mencionado y a sus sobrinos Iván Alejandro Vázquez Garza, alias “El Júnior”, e Iván Velázquez Vázquez, al aeropuerto internacional de Cancún, donde ya una aeronave los esperaba para ponerlos a disposición de la SEIDO.

De acuerdo con los datos proporcionados por las autoridades estatales, dicho sujeto utilizaba varios alias para evitar ser ubicado, los cuales eran “El Talibancillo”, “T-52”, “El Gordo Sam”, “El Apa”, “El Negro”, “El Caballo” y/o “El Gordo”.

Aunque el antes mencionado estuvo relacionado con una veintena de ejecuciones en Cancún y Playa del Carmen, donde el cártel del Golfo (CDG) se posesionó de ambas plazas en poco tiempo, siendo que el poder de este peligroso delincuente no sólo abarcaba la Zona Norte del Estado, sino también el vecino Estado de Campeche y otras entidades del país, y aunque radicaba actualmente en una de las zonas residenciales de Cancún, Isla Dorada, ubicada en la Zona Hotelera, siempre se manejó con un perfil bajo; sin embargo, recibía protección de los diversos cuerpos policiacos de las entidades donde se establecía.

Una de las ejecuciones que cimbró a la sociedad del Estado fue la de siete personas en el bar “La Sirenita”, entre éstos Francisco Achach Castro, alias “La Barbie”, quien estaba acompañado de otras seis personas en el citado establecimiento la tarde de un 13 de marzo, establecimiento que desde esos lamentables hechos cerró sus puertas y practicante quedó abandonado.

“El Talibancillo” no sólo está relacionado con las ejecuciones más violentas registradas en Cancún, sino también con la venta de enervantes, con las extorsiones en agravio de empresarios, entre otros delitos.

Finalmente ingresó a la SEIDO a las 12:45 horas de hoy. (Fuente: Diario de Quintana Roo 1 Fotos: PGJE y Por Esto! de Quintana Roo)

‘EL TALIBANCILLO’ OPERABA COMO JEFE REGIONAL DEL CÁRTEL DEL GOLFO EN LA PENÍNSULA

CANCÚN, MX.- Como jefe regional del Cártel del Golfo, Juan Daniel Velázquez Caballero (a) “El Talibancillo” y/o “Z-52” y/o “T-52”, operaba en Quintana Roo, Campeche y Yucatán, con actividades que incluían tráfico de drogas, extorsiones y lavado de dinero, para lo que contaba con la complicidad de empresarios que se encargaban de “blanquear” grandes cantidades de dinero producto de estas actividades ilícitas.

Se encargaba de surtir toda la droga en el estado de Quintana Roo, además de controlar las extorsiones que realizaba, sobre todo en Cancún, a empresarios del ramo turístico, quienes tenían que pagar cifras de hasta 10 mil dólares mensuales.

Desde el 2012, Juan Daniel Velázquez Caballero fue designado como jefe regional para el Cártel del Golfo, extendiendo su operatividad entre Quintana Roo, Campeche y Yucatán.

Antes, ya había estado en Quintana Roo, operando junto con su hermano Iván Velázquez Caballero cuando éste era el jefe de plaza de “Los Zetas” en Cancún, y en ese entonces Daniel era el responsable de armar una extensa red de lavado de dinero, de la cual formaban parte destacados empresarios de la zona.

Entre estas personas se encontraba Joseph Vilet Castro, quien sufrió un atentado el 5 de septiembre de 2012 y murió tiempo después en un hospital de San Luis Potosí.

El día del atentado ocurrió cuando Vilet Castro se encontraba afuera de las oficinas de la Notaría Pública 6 de Cancún, ubicada en el número 8 de la avenida Nader, donde también resultó herido Rogelio Herrera Herrera, quien tenía vínculos con grupos delictivos que operan en Quintana Roo.

Otro abogado que estaba presente durante la agresión, y que resultó ileso fue Carlos Góngora, quien también sería investigado por autoridades federales.

Otro de los nombres que han salido a relucir como parte de la red de lavado de dinero, fue el del ciudadano israelí Shay Golan, quien se identificaba como empresario del ramo de la joyería y cosméticos.

El israelí fue detenido en Cancún por elementos de la Policía Municipal, junto con otro israelí de nombre Charly Dhana, así como los panameños Juan Bautista Centeno Ríos, Juan Antonio Centeno Botello y Pablo Antonio Brown Taylor; el canadiense Ilar Sou Zoui y los mexicanos Carmina González Moreno y Gerardo Hernández Carvajal.

Pese a los elementos de prueba en su contra, como la portación de armas de grueso calibre y cartuchos, así como su situación migratoria irregular, Shay Golan obtuvo su libertad por un amparo que le fue otorgado por el Juzgado Tercero de Distrito, cuya titular era Ana María Nava Ortega.

Cuando fue detenido, salió a relucir que sobre Golan existían entonces procesos legales en curso en Estados Unidos y Canadá, donde se le señalaba como presunto defraudador, sobre todo en el negocio de bienes raíces.

Tras su detención y posterior liberación, Shay Golan se ausentó durante algún tiempo de Cancún, pero después regresó para operar nuevamente como prestanombres y lavador para el Cártel del Golfo, gracias a sus vínculos con Juan Daniel Velázquez Caballero.

Lo mismo ocurría en los estados de Yucatán y Campeche, en donde Velázquez Caballero contaba con la complicidad de empresarios que le servían de prestanombres para el lavado de grandes cantidades de dinero.

El nombre de Carlos Enrique Osorio Teyer (a) “Charlie”, es otro de los empresarios que fueron vinculados con los hermanos Velázquez Caballero, cuando controlaban la plaza de Cancún para el grupo delictivo de “Los Zetas”.

Osorio Teyer fue detenido en el 2011, acusado de operar una extensa red de lavado de dinero y de protección a la distribución de droga del grupo delictivo de “Los Zetas”.

Carlos Enrique Osorio Teyer era propietario de los antros “After hour”, “Néctar Bar” y “Lounge & Marina”, todos ubicados en la Zona Hotelera de Cancún y era considerado como uno de los principales financieros de “Los Zetas” en esta entidad.

Todo el dinero recolectado de la venta de drogas y el cobro de extorsiones, era “blanqueado” por empresarios en ciudades como Cancún, Mérida y Campeche; quienes se encargaban de crear empresas “fantasmas” en donde el dinero “sucio” se convertía en dinero “limpio”.

“El Talibancillo” viajaba constantemente a la ciudad de Mérida, Yucatán, en donde el negocio era precisamente ese, el lavado de grandes cantidades de dinero que obtenía en Campeche y Quintana Roo.
Aunque se desconoce si contaba con alguna propiedad en la capital yucateca, pasaba varios días en dicha ciudad, como parte de su red de operación como jefe regional del Cártel del Golfo.

Con su captura, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) podrá establecer los vínculos directos del “Talibancillo” con esos empresarios, quienes se hacían cargo del lavado de dinero. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

DIEZ AÑOS OPERANDO EN CANCÚN, SIEMPRE CON BAJO PERFIL

CANCÚN, MX.- Siempre con un bajo perfil, Juan Daniel Velázquez Caballero (a) “El Talibancillo”, llegó al estado de Quintana Roo alrededor del 2004, junto con su hermano Iván Velázquez Caballero (a) “El Talibán”, siendo los primeros en realizar operativos del grupo delictivo de “Los Zetas”, para tomar el control de la plaza por poco más de un año.

Su trabajo consistía en introducir a Quintana Roo grandes cargamentos de droga en lanchas y avionetas, bajo las órdenes directas de Heriberto Lazcano Lazcano (a) “El Lazca”, líder de la organización criminal.

Tras la ruptura entre “Zetas” y el Cártel del Golfo, Juan Daniel Velázquez Caballero regresó a Quintana Roo como encargado de plaza en todo el estado y lo hizo acompañado de varios sicarios bajo su mando.

Fue entonces cuando hicieron la transición de “Zetas” a Cártel del Golfo y comenzaron a reclutar personal originario de Quintana Roo para sumarse a sus filas y ejecutar a quienes no quisieron alinearse con ellos.

Los hermanos Iván y Juan Daniel Velázquez Caballero, conocidos como “Talibán” y “Talibancillo”, respectivamente, arribaron a Cancún alrededor del 2004, cuando ambos formaban parte del grupo delictivo de “Los Zetas”, estando bajo las órdenes directas de Heriberto Lazcano Lazcano (a) “El Lazca”, líder de la organización criminal.

Desde ese entonces, se asentaron en este destino turístico adquiriendo una propiedad en la zona exclusiva de Isla Dorada en la Zona Hotelera, residencia ubicada en Isla Romántica número 10.

Mientras Iván fue nombrado jefe de plaza en Nuevo Laredo, Tamaulipas, Juan Daniel fue enviado al estado de Quintana Roo como jefe de plaza junto con Omar Treviño (a) “Z-42” y su encomienda, en ese entonces, fue la de ubicar a un narcotraficante de Nuevo Laredo de nombre Lucio (a) “El Sol”, quien había sido ubicado en este estado y había que asesinarlo.

Al no encontrarlo, “El Z-42” se regresó al norte y Juan Daniel Velázquez Caballero (a) “El Talibancillo”, se quedó a cargo de la plaza por un año aproximadamente.

Su trabajo consistía en introducir a Quintana Roo grandes cantidades de droga del extranjero por vía marítima y aérea, utilizando lanchas y avionetas para trasladar la droga.

Posteriormente, recibió la orden de regresarse a Piedras Negras, Coahuila, en donde volvió a ser parte del grupo que cuidaba a Heriberto Lazcano Lazcano (a) “El Lazca”.

Tras la ruptura de “Los Zetas” representados por Heriberto Lazcano Lazcano y el Cártel del Golfo, representado por Osiel Cárdenas Guillén, Velázquez Caballero regresó a Cancún en 2012, como encargado de todo el estado de Quintana Roo.

Su primer trabajo ya como parte del Cártel del Golfo fue localizar y ejecutar a los hermanos Tomás Hernández Torres y Juan Carlos Hernández Garza, por problemas que habían tenido en el norte con los familiares de estos.

A finales del mes de septiembre de ese año, los hermanos fueron asesinados y sus cuerpos abandonados en la Zona Hotelera con un cartel que decía “Talibanes CDG”.

Estando en Cancún, Velázquez Caballero se manejó siempre con un perfil bajo y la gente que trajo consigo del norte del país, comenzó a reclutar a personas locales, para que se unieran al Cártel del Golfo como vendedores de droga y como sicarios.

Lo mismo hicieron en Playa del Carmen, en donde al igual que Cancún, lograban obtener grandes cantidades por venta de drogas, venta de piratería, cobro por “derecho de piso”, extorsiones y ejecuciones.

La ubicación de su residencia en la zona exclusiva Isla Dorada en la Zona Hotelera de Cancún, le permitía pasar desapercibido de las autoridades, además de que nunca utilizaba escoltas y podía pasar fácilmente como cualquier ciudadano incluso en plazas comerciales.

Además, pasaba días sin salir de casa para evitar ser ubicado por las autoridades, hasta que finalmente fue detenido el pasado martes por la tarde, cuando iba con sus sobrinos Iván Alejandro Velázquez Garza (a) “Junior” e Iván Velázquez Vázquez (a) “Fufo”, quienes recién habían llegado a Cancún prácticamente de vacaciones. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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