La Corte Federal de Malasia ratificó este jueves de forma unánime la pena de muerte contra los hermanos José Regino, Luis y Simón González Villarreal por el delito de narcotráfico.

El fallo da por cerrado un proceso que inició en 2008 con su detención en una fábrica de metanfetaminas en Johor Bahru.

Los agentes de la brigada antinarcóticos decomisaron en esa ocasión cerca de 29 kilos de metanfetaminas, un cargamento valorado en 15 millones de dólares.

El panel que votó el caso de los mexicanos fue presidido por Zulkefli bin Ahmad Makinudin y le acompañan Hakim Besar Malaya, Datuk Seri Panglima, Abdull Hamid Bin Embong, Ahmad Bin Haji Maarop y Hasan Bin Lah.

La decisión de la Corte abre ahora la vía a la ejecución de los tres mexicanos por medio de la horca.

Tras haber sido sentenciados a pena de muerte por el delito de narcotráfico en 2012, los 3 hermanos volvieron por última vez a una corte de Malasia, en la que fue su última oportunidad para evitar la pena de muerte.

Se trataba de su última esperanza para recuperar su libertad y volver a México tras pasar siete años encarcelados en ese país.

Previamente, la cancillería mexicana informó que durante la sesión se escucharían los argumentos de la defensa sobre el último recurso de apelación, el cual fue presentado en diciembre de 2014 ante la Corte Federal de Malasia.

El gobierno mexicano agotó todas las vías legales en el caso de los hermanos González Villarreal, a quienes les ha dado protección y asistencia consular.

El apoyo ha consistido en múltiples visitas a los centros de detención y gestiones en favor de la salud y mejores condiciones de reclusión, indicó la dependencia a través de un comunicado .

El juez Mohamad Zawawi Salleh, en el Alto Tribunal de Kuala Lumpur, los condenó a morir en la horca por tráfico de drogas, luego de un proceso judicial que inició tras su arresto.

“La estrategia de la defensa está basándose en demostrar que hubo una ruptura en la cadena de custodia de la evidencia, por lo tanto no se puede demostrar que estaban produciendo droga”, indicó Euclides del Moral, director general adjunto de Protección a los Mexicanos en el Exterior de la cancillería.

México ha expresado en Malasia su posición contraria a la pena capital; el país asiático, en cambio, tiene en el corredor de la muerte a 900 personas en espera de su ejecución.

Por toda esa región la pena de muerte ha cobrado relevancia. Seis personas fueron ejecutadas el año pasado en Afganistán, tres en Japón, siete en Pakistán, dos en Singapur, cinco en Taiwán y tres en Vietnam, además de un centenar en China, de acuerdo a Amnistía Internacional.

Su oficina en Kuala Lumpur logró contabilizar 38 nuevas sentencias de muerte en Malasia el año pasado, 16 de las cuales fueron por narcotráfico. (Agencias)

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