Que el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo), Harley Sosa Guillén fue llamado en calidad de urgente a la capital del país por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El ombudsman deberá de rendir cuentas por su parcial desempeño en los casos de los líderes del Consejo de Colonias Populares (Cocopo), Alfredo Esquivel y Cab y Teresita Brito Piña, así como del periodista independiente, Pedro Canché Herrera.
El citatorio a Harley ocurre precisamente cuando la CNDH emitió tremenda recomendación contra el Gobernador Roberto Borge, el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del estado, Fidel Gabriel Villanueva, y del Alcalde de Felipe Carrillo Puerto, Gabriel “El Pato” Tadeo Carballo, al comprobarse violaciones a la libertad de expresión, a la seguridad jurídica y a la integridad personal cometidas en agravio del comunicador maya
Sin embargo, algo hay que decir en favor de Harley, que en corto, le había comunicado al Secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti, que Pedro Canché debería ser liberado.
Pero como lo de la autonomía de la Cdheqroo solo existe en el papel, Harley tuvo que acatar órdenes y volteó hacia el otro lado, no sólo en el caso de Pedro Canché, sino también en la situación de los líderes de la Cocopo.
Y tras este episodio, que ha dejado muy mal parado al sistema de procuración e impartición de justicia de Quintana Roo, la Legisaltura debería de revisar la continuidad de Harley al frente de la Cdheqroo.
Aunque, en realidad, tampoco los diputados se mandan solos.