El suizo Joseph Blatter inauguró hoy el Congreso de la Fifa en Zúrich, donde mañana espera ser reelegido como presidente hasta 2019, pese al escándalo de corrupción que sacudió esta semana al ente rector del fútbol mundial.
“Coincidirán conmigo en que son tiempos incomparables y difíciles para la Fifa”, dijo el suizo de 79 años ante los invitados al acto.
La detención de siete dirigentes futbolísticos el miércoles en Zúrich en el marco de una operación iniciada por la fiscalía de Estados Unidos por sobornos, fraude y lavado de dinero fue considerada por Blatter como un asunto de algunos individuos.
“No permitiré que unos pocos destruyan el trabajo duro de la mayoría, que trabajan tan duro para el fútbol”, añadió.
Los 209 miembros de la Fifa están llamados mañana a las urnas para elegir entre Blatter, que aspira a un quinto mandato, o el príncipe jordano Ali bin al-Hussein.
“Los sospechosos llenan de vergüenza y humillación al fútbol”, sentenció Blatter, que el viernes aspira a ser reelegido para un quinto mandato, en su intervención ante los representantes de las federaciones nacionales, subrayando que “no se puede vigilar a todo el mundo en todo momento”.
“No hay lugar para la corrupción, de ningún tipo”, sentenció el presidente, que señaló la necesidad de combatir a la gente que hace daño al fútbol “fuera de los terrenos de juego, donde no hay un árbitro” vigilando directamente.
Blatter empezó su intervención aludiendo a los “tiempos difíciles” que vive el fútbol y su organización, volviendo a la fórmula que utilizó en su primera valoración del escándalo, el miércoles con un comunicado, en el que había ofrecido la total colaboración del organismo con la investigación.
Siete directivos del fútbol fueron detenidos el miércoles en Zúrich, donde habían viajado para participar en el Congreso de la FIFA.
Las autoridades suizas actuaron a pedido de las estadounidenses, que imputaron a 14 personas en un caso de corrupción que ha vuelto a convulsionar al mundo del deporte. (Agencias)