CHETUMAL, MX.- Delincuentes allanaron la Casa Parroquial cerca de la medianoche de este domingo, sometieron al padre Marco Antonio, para así apoderarse de dos bolsas con dinero del cual se desconoce el monto, producto del diezmo de los feligreses de la parroquia El Perpetuo Socorro, además del automóvil del sacerdote, un Volkswagen Jetta, con placas de Quintana Roo USY-935-A, aunque la unidad fue recuperada más tarde en la avenida 5 de Mayo entre Álvaro Obregón e Ignacio Zaragoza.

Eran alrededor de las 23:30 horas de hoy domingo cuando se generó la llamada de alerta a todas las corporaciones policíacas para informar sobre un asalto al padre de la Iglesia El Perpetuo Socorro, en avenida Universidad con Guadalupe Victoria, en la colonia Barrio Bravo.

De inmediato arribaron elementos de la policía municipal y ministerial, así como paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, para brindarle los primeros auxilios al sacerdote quien sufrió un fuerte golpe en la nuca, ya que señaló que los delincuentes lo sorprendieron y obligaron a tirarse al piso.

Acostado en el piso, uno de los delincuentes le colocó el pie en la nuca y en la espalda para obligarlo a que les informara dónde estaba el dinero, por lo que el padre Marco Antonio no tuvo otra opción que decirles, y así lograron apoderarse de dos bolsas conteniendo dinero producto de los diezmos de los feligreses.

Le ataron las manos a la espalda y le quitaron las llaves de su vehículo Volkswagen Jetta de color blanco, y matrícula de Quintana Roo USY-935-A y se dieron a la fuga con dirección desconocida.

Al parecer los sujetos brincaron la barda en la parte posterior de la Iglesia El Perpetuo Socorro, y se dirigieron a la habitación del sacerdote, y tocaron a su puerta, llamándole por su nombre, por lo que pensó que se trataba de sus ayudantes que duermen en el mismo lugar, y fue el momento en que lo sometieron.

Peritos de la Procuraduría General de Justicia arribaron al lugar para efectuar las diligencias correspondientes; además llegaron feligreses al lugar para darle ánimos al padre Marco Antonio, quien no pudo contener las lágrimas por la impotencia de haber sido víctima de los delincuentes.

Más tarde llegó el comisionado de la Policía Estatal Preventiva, Efraín Ortiz Yeladaqui, y el sacerdote también se desahogó llorando, para posteriormente contarle lo ocurrido.

Cabe señalar que se pudo observar a varios vecinos que con machete en mano al enterarse de lo ocurrido salieron a brindar apoyo al sacerdote de su colonia, y amenazaron con linchar a los delincuentes si los detenían, ya que consideraron injusto lo que cometieron con él. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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