CANCÚN, MX.- Dos sicarios al servicio del grupo delictivo de “Los Pelones” identificados como Fernando Rosas Rocha (a) “Parche” y Jazeth Pérez Rocha (a) “Chabelo” y/o “Chiquilín” y/o “Toro” (ambos originarios de Cancún y de oficio taxistas), fueron detenidos la madrugada de este viernes por elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE).

Los dos confesaron haber ejecutado a Josué Humberto Azcorra Martínez, quien fue encontrado con cuatro impactos de bala el pasado 12 de junio en la colonia Tres Hermanos.

El ejecutado era vendedor de droga para el grupo delictivo y el haberse quedado con parte de la mercancía fue lo que le costó la vida.

La Procuraduría de Justicia del Estado dio a conocer, este viernes, que elementos de la Policía Judicial del Estado detuvieron a dos sujetos que resultaron estar relacionados con la ejecución de Josué Humberto Azcorra Martínez, quien fue encontrado sin vida con cuatro impactos de bala en la colonia Tres Hermanos en la zona continental de Isla Mujeres, el pasado 12 de junio.

Se trata de Fernando Rosas Rocha (a) “Parche” de 29 años de edad, originario de Cancún, de ocupación taxista y Jazeth Pérez Rocha (a) “Chabelo” y/o “Chiquilín” y/o “Toro” de 25 años de edad, originario de Cancún, de ocupación taxista, quienes fueron detenidos ayer por la madrugada y puestos a disposición del Ministerio Público del Fuero Común, por los delitos de promoción de conducta ilícitas, cohecho, y distracción de recursos públicos, en agravio de la administración pública.

Ambos dijeron ser sicarios al servicio del grupo delictivo de “Los Pelones”, y una vez a disposición de la autoridad ministerial, los dos detenidos confesaron haber participado en la ejecución de Josué Humberto Azcorra Martínez, hechos asentados en la averiguación previa 3383/2015.

De acuerdo con los detenidos, Azcorra Martínez pertenecía al mismo grupo delictivo y su función era la de vendedor de drogas.

Los detenidos agregaron que el ahora occiso se quedó con parte de la mercancía (droga) que le habían dado para vender y fue por ello, que se ordenó su ejecución.

Azcorra Martínez salió de su casa el miércoles 10 de junio y después se comunicó a su casa diciendo que había olvidado su teléfono celular, por lo que iría un amigo a buscarlo.
Ahora se sabe que uno de los dos detenidos, sin precisar quiÉn, fue a la casa del ahora occiso en su taxi y le entregaron el teléfono celular.

Fue gracias a las llamadas “sábanas” del teléfono celular, como la Policía Judicial pudo rastrear las llamadas y mensajes hechos por el ahora occiso y de esta forma, dieron con los dos sicarios. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

Comentarios en Facebook