MÉXICO.- Chile ganó la Copa América por primera vez en su historia.
Venció a Argentina en tiros de penal 4-1 luego de que los 92 minutos y los tiempos extras terminaron sin gol.
Para los argentinos es su segunda final consecutiva perdida. Cayeron en el Mundial de Brasil 2014 por 1-0 ante Alemania y ahora tuvieron el triunfo en los últimos segundos de juego, pero su delantero Higuaín estrelló el esférico en las redes, pero por fuera.
Fue un partido muy disputado, con mejores lapsos del lado chileno, que como durante toda la competencia tuvo en el juego de conjunto su mejor aliado, y con una Argentina totalmente dependiente de Lionel Messi, que mostró sólo chispazos pero que fue el único de su selección que acertó en la tanda de penales.
Argentina padeció la lesión de Ángel di María, su mejor segundo hombre en la cancha. Abandonó el campo en el segundo tercio del primer tiempo.
Durante todo el duelo la opción más clara de gol la tuvo Argentina cuando los segundos del minuto 92 se acababan. Un contragolpe tomó mal parada a la defensa chilena. Messi, ¿quién más? condujo el esférico y abrió hacia Lavezzi quien centró cruzado hacia la llegada de Higuaín que entró barriéndose pero mandando el esférico a un lado.
Ahí se perdió el campeonato Argentina. Ahí se salvó Chile de la derrota.
En los tiempos extras, Argentina, sin piernas, regaló el esférico y Chile, intentó una y otra vez quedar en posición de gol, pero lo más cerca fue un remate de Aránguiz que salió desviado. Y vinieron los penales.
Matías Fernández inició la serie colocando su disparo potente al ángulo superior derecho del arquero Sergio Romero. Lionel Messi empató con un tiro casi raso, también con mucha fuerte, al ángulo inferior izquierdo de su compañero en el Barcelona, Claudio Bravo.
Vino entonces el defensor Charles Aránguiz que con un disparo por la misma ruta del de Messi puso el 2-1.
Y empezó la debacle argentina. Higuaín, que había entrado de cambio en la segunda parte se perfiló y le pegó con tal fuerza al esférico pero tan abajo que el balón salió muy alto, lejos del travesaño chileno.
Pero Arturo Vidal estuvo a punto de regresarle el favor a Argentina. Su disparo, colocando pero sin suficiente fuerza, fue testereado por Romero pero alcanzó a colarse.
Entonces Banega, quizá el hombre con mejor trato de balón después de Messi, tiró sin fuerza y sin colocación. Bravo apretó el obsequio en su pecho.
A Chile le bastaba que Alexis Sánchez anotara para volver loco a todo Chile. Y el delantero correspondió a la expectativa. Caminó hacia el balón, esperó que Romero se venciera hacia su izquierda y entonces, a la “palenca”, cuchareó el esférico que rodando ingresó al vencido arco rival.
Chile, campeón. Alexis festejaba sin playera. Messi, cabizbajo, lanzaba un escupitajo. El mejor jugador del mundo no puede ser campeón con su selección. (Fuente: Proceso)