MÉXICO, DF.- Son las 10 de la noche, por teléfono acordamos vernos Jorge y yo en una cafetería del Distrito Federal. Tengo deseos de conocerlo y ofrecerle mis condolencias en persona, al hijo del volcán, Moisés Sánchez Cerezo, el periodista que sucumbe, que pierde la vida en el gobierno del veracruzano Javier Duarte. Lo veo venir a media cuadra y las luces de la ciudad me hacen ver a un Moisés en su mocedad. A Jorge nunca lo había visto. A su padre lo ví en los periódicos en los primeros días de Enero cuando estaba en la prisión y que hablaban de su secuestro. Para el día 26, el periódico Por Esto, daba la noticia del hallazgo del cuerpo del periodista, fundador del semanario La Unión.

Así que el porte de Moisés por medio de las fotografías ya lo tenía memorizado. Y en la oscuridad combatida por la luz artificial por un momento creo ver a Moisés Sánchez Cerezo, pero es una figura más joven, es Jorge Sánchez, el vivo retrato del hijo preferido de Medellín de Bravo.

Es sábado. Es un 3 de Enero de 2015. No es día de visitas en la cárcel, así que por parte de alguna de mis hermanas no llegaría el periódico a mis manos, la prensa escrita con lo que me enteraba que pasaba allá en el mundo exterior. El sabio maya Baltazar Barzón, de 70 años, compañero de la prisión y recluido en la celda 4, es un ávido lector, comparto mis libros con él y suele visitarme en la celda 1 donde estoy. Ya son las 11 de la mañana. Viene y me dice si vamos a comprar el periódico al comandante de los policías, que hacen el trabajo de celadores. Le doy 10 pesos y toca la puerta de metal. Un guardia abre la pequeña ventanilla. Le explica que cuando el comandante termine de leer el periódico, nos lo puede vender.

Barzón ya tiene el periódico en sus manos. Los guardias y los prisioneros lo aprecian porque es un médico maya que cura las dolencias, sobre todo las torceduras de los reclusos en el piso liso o cuando juegan fútbol o voleibol en el área de gravilla del pequeño patio donde se respira aire fresco y por un momento se olvida uno del aire viciado de las celdas. Lo lee y me advierte: “secuestraron a uno de tus compañeros”.

Por primera vez escucho de este pueblo mexicano en Veracruz, Medellín de Bravo -que hoy por el artero crimen de Moisés ya es referente mundial-, que al periodista lo sacaron en las primeras horas de la mañana del día 2 de Enero de su casa en El Tejar, con todo su equipo, su cámara fotográfica, su celular y su laptop. Musito una oración en silencio pidiendo por su vida. Que aparezca. Que no se convierta en un dolor para su familia y ni para el gremio. Javier Duarte, esta miseria humana que gobierna Veracruz, ofrece en los medios el mismo discurso del gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo. Leo en los periódicos en los siguientes días que se refiere a Moisés como ‘el taxista’. En una reunión privada que tuvo en su despacho con el autor intelectual del asesinato de Moisés, el alcalde de Medellín de Bravo, Oscar Cruz Reyes -hoy prófugo- le reprocha por qué no “callar a Moisés”.

Los recursos del taxi invertidos en un periódico semanal hablan por sí mismo de un periodismo auténtico, un periodismo de convicción. Me veo reflejado en este colega, puesto que cuando hay alguna noticia de trascendencia nacional igual invierto mi tiempo y mis recursos. No importa lo que cueste la cobertura. ¿Cuántos periodistas del país estarían dispuestos a dar cobertura a una noticia sin percibir un ingreso por ello?, muy pocos. La mayoría o cumple con las notas que le exige el medio donde trabaja o busca un recurso adicional para publicar boletines gubernamentales. En el caso de Moisés Sánchez Cerezo, sin percibir ingreso, sin buscar boletines o publicidad oficial hace un periodismo crítico, de denuncia e incómodo para el gobierno corrupto que hasta ya Javier Duarte se quejaba. Esto es el verdadero periodismo, el autentico, y que cuesta vidas,como el caso de Moisés. Y como en mi caso cuesta la libertad física.

Es el día 150 en la prisión de Felipe Carrillo Puerto, encarcelado por el gobierno de Roberto Borge Angulo, quien me acusa falsamente de sabotaje por dar la noticia de protestas de mayas contra las altas tarifas de agua potable, publicado en el ‘on line’ de la revista Proceso y medios independientes locales. Ese día recibo la visita de mi infatigable hermana María. Quedo estupefacto. La noticia es la localización del cuerpo de Moisés. Toda esperanza de encontrarlo con vida se esfuma. Noé Clemente Rodríguez señala que él y otros 5 ex policías, ‘El Harri’, ‘El Chelo’, ‘El Piolín’, ‘El Moi’ y José Luis Olmos, fueron contratados por Martín López Meneses, subdirector de la policía de Medellín por órdenes del alcalde, Oscar Cruz Reyes… y obvio, está con el visto bueno de Duarte.

Recibir la noticia de la muerte de uno de nuestros colegas en prisión duele más por esta sencilla razón: Son golpes a la libertad de expresión, que uno vive en carne propia, como estos 150 días encerrado por ejercer el periodismo y la miopía del gobernador Roberto Borge Angulo y de su vocerito Rangel Rosado, quien a pesar de su experiencia de reportero carece de ética, ama el dinero y la corrupción lo tiene hasta los tuétanos, al igual que el jefe de los abogados de oficio de Quintana Roo, Lino Magos,consentido por su jefe, el presidente del poder juidical, Fidel Villanueva y César Mortera, que según medios locales percibe oficialmente 50 mil pesos al mes por crearle a Borge una red de bots y trolls para atacar, insultar a todo aquel ciudadano, periodista o político que ose criticar al gobernador. La mafia en el poder, pues.

¿Cómo expresar mi dolor ante el dolor inimaginable de la familia de Moisés Sánchez Cerezo? Hice un pequeño poema a modo de condolencia para su familia y para el gremio:

“Tu que hiciste de la pluma farol,
Y de las letras fuiste soldado,
Jaguar jarocho, hombre de honor,
a México dejas un gran legado”

Article 19 publicó este pequeño poema en el blog creado por su equipo, titulado ‘Diario de un preso de conciencia’. Blog que conocí cuando salí de prisión el 29 de mayo de 2015 cuando un tribunal de circuito me otorga el amparo liso y llano y mata el dicho borgista en su expediente 96/2014, expediente de consigna en complicidad con el poder judicial que preside el hombre gris Fidel Villanueva en Quintana Roo. Los tres poderes del Estado contra el cuarto poder que representa el periodismo.

A la luz de ese farol le doy un fuerte apretón de manos a Jorge Sánchez. Es un hombre de andar enérgico y que trae el periodismo en las venas. Ahí sentado con Rubén -periodista de Proceso foto, quien huye de Veracruz por intimidación directa-, tomamos un café y escuchó sus proyectos. Habla con mucho ímpetu y fervor sobre el periódico La Unión, la edición por venir. No encuentro cobardía en lo más mínimo. Jorge Sánchez representa al mexicano valiente. Como aquellos de la época de la revolución, quienes enterrando a sus muertos seguían con más fortaleza la lucha por el país. Como a los familiares de los 43 estudiantes, quienes han convertido el dolor en el motor de mil revoluciones, que les da sentido de vivir para buscar una respuesta, la respuesta que muchos mexicanos prefieren nunca encontrar y hundir por tanto este país por su indiferencia.

Los faroles del patio de la cafetería, el aroma del café, el olor de los fresnos que adornan la capital mexicana, la multitud demográfica que llena de soledad esta enorme ciudad… me hacen casi decirlo, pero lo retengo en mis adentros: ¿Y si fuera Moisés el que estuviera aquí sentado en mi lugar y en vez de Jorge, fuera mi hijo quien estuviera contando de su padre muerto y teniendo la fortaleza de seguir sus pasos?

Solo siento ternura y veo a Jorge como si fuera mi hijo. Todos los periodistas debemos adoptar a Jorge Sánchez, el hijo del volcán, como nuestro propio hijo. Y me acuerdo de una frase de mi poema, ‘En memoria del hijo del volcán’:

“Eres hijo… del volcán de fuego,
Brillas Moisés Sánchez Cerezo.
Entre nieves del pico Orizaba,
ruge, enseña, derrama lava”

El brillo de Moisés en el farol, sobre todo en los ojos de su hijo Jorge… que enseña a México y al mundo, valor en este nuestro país sumido en la era de la corrupción, impunidad y violencia. Que su legado nos empuje a todos a darle a nuestro país valor y valores y que el gremio periodístico tenga el rugido del volcán y que brille como Moisés Sánchez Cerezo y su hijo Jorge…

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