Mañana y el viernes, el Gobierno del estado realizará sendos foros para su Ley para La Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del Estado de Quintana Roo.
Noticaribe ya ha fijado su postura sobre esta iniciativa, y al conocerse su contenido, este proyecto de ley se hunde más.
Esta ley de origen es ilegitima y su debate es hasta ocioso.
Quien en los últimos años ha atacado a periodistas en Quintana Roo es Roberto Borge.
Dentro de lo que cabe, el periodismo de Quintana Roo ha sido afortunado, pues no registra víctimas por el embate del narcotráfico.
Los ataques contra periodistas han procedido del Gobierno de Roberto Borge.
Pero en la iniciativa, que ya comenzó a circular y cuyo contenido ya se empezó a divulgar, no se establece ninguna línea para proteger a los periodistas de Roberto Borge, que es el problema.
Habría que recordar algunas preguntas.
¿Quién “hackeó” incansablemente la página web de Noticaribe?
¿Quién pretendió implicar con un supuesto narcomenudista al corresponsal de Proceso en Quintana Roo?
¿Quién ha clonado una y otra vez el semanario de Luces del Siglo?
¿Quién ordenó despedir a la periodista Adriana Varillas de Radio Fórmula Cancún?
¿Quién da las instrucciones para que en los medios desaparezcan notas como la contratación de más deuda, la creación de nuevos impuestos, la represión a maestros o las concesiones a Aguakán o Barcos del Caribe?
¿Quién paga un ejército de “troles” para injuriar a periodistas independientes y voces disidentes?
¿Quién se enojó con Pedro Canché porque lo criticó en un video y luego ordenó encarcelarlo, y ahora, quién está evadiendo su responsabilidad política y legal sobre esta injusticia?
¿Quién ordenó el atentado contra el periodista Javier Vite?
Roberto Borge ha creado el clima de intolerancia e irrespeto para que todas estas acciones, contrarias a la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información, sucedan.
Noticaribe señala que garantizar la libertad de expresión no requiere de leyes o iniciativas extraordinarias.
Pero, el colmo, en la incitativa, se pretende regular hasta la propia libertad de hacer una cobertura periodística.
Lo que no está prohibido, está permitido, es una una de la máximas del derecho para los individuos. Pero, en la iniciativa se pretende restringir hasta el acceso a actos y edificios públicos.
Y hay cosas como más burocracia y la creación de un “fondo de atención a periodistas”.
Tampoco, establece ninguna responsabilidad hacia los empresarios periodísticos, que se sirven con la cuchara grande y evaden sus obligaciones con los trabajadores.
Insistimos: Si Roberto Borge tuviera verdadera voluntad de respetar libertades de periodistas y medios, no montaría este teatro: respetaría la Carta Magna, despediría a sus ‘trolles’ y ‘bots’, reconocería errores y enmendaría su fallida y despilfarradora política de comunicación social.
La ley es un intento desesperado de Borge para legitimarse a unos meses de su salida.
Noticaribe no participa en legitimar lo ‘inlegitimable’.