CIUDAD DE MÉXICO.- La legisladora federal por Quintana Roo, Graciela Saldaña Fraire presentó hoy un punto de acuerdo para solicitar la regulación por parte de la SAGARPA del uso del CARBOFURANO comercializado como FURADAN, -uno de los pesticidas más tóxicos utilizados para fumigar cultivos- el cual es utilizado hoy en día para envenenar a los jaguares y demás especies en su cadena alimenticia.
Saldaña Fraire argumentó que el FURADAN está prohibido en Canadá, en la Unión Europea, Estados Unidos, en África como en Kenya, Tanzania, Uganda. “En México, autoridades sanitarias lo continúan autorizando para su uso agrícola a pesar de que su toxicidad es altamente peligrosa para la salud y el medio ambiente ya que de acuerdo con la OMS y la FAO estos pueden causar cáncer, mutagenicidad y ser tóxico para la reproducción”.
Durante la sesión del periodo extraordinario, la diputada federal dijo que el jaguar en México, es una especie protegida y matarlo se penaliza con 1 a 9 años de prisión. Sin embargo no existe un solo caso donde éste delito haya sido castigado.
“Bajo este marco hago un llamado compañeros legisladores, a apoyar este punto de acuerdo ya que el poder legislativo puede hacer la diferencia entre la permanencia de esta especie o su extinción definitiva”.
La extinción de esta especie puede generar una desestabilidad en los ecosistemas ocasionando por ejemplo, crecimiento en especies que en su momento eran presas y de otros depredadores, sufriendo con esto, cambios las comunidades y ecosistemas, dando como resultado la perdida de la biodiversidad originando sistemas ecológicos simplificados y empobrecidos.
La secretaria de la mesa directiva de la Cámara de Diputados dijo que de acuerdo al censo realizado en 2011 por la CONANP existían 4 mil 100 ejemplares en el país, de los cuales 1850 viven en la península de Yucatán. Expertos aseguran que esta especie podría extinguirse en los próximos 20 años siendo la población más cercana a extinguirse la de Sonora.
“Al día de hoy, seguimos estando frente a problemáticas perfectamente ubicadas como la caza de esta especie, a pesar de estar prohibida, en algunas zonas las personas compiten con los jaguares por sus presas, disparándoles frecuentemente. El jaguar como otros animales al ver invadido su hábitat y perder presas se ve obligado a acechar a otro tipo de animales como el ganado, lo que ocasiona que campesinos se vean obligados a dispararles”.
Destacó que de igual forma existe la falta de atención y capacitación de las autoridades correspondientes ante las denuncias por decesos de jaguares, dejando ir la posibilidad de detener a probables responsables y emitir sanciones ante la probable comisión de delitos ambientales, tal es el caso del jaguar llamado “corazón” en el estado de Sonora y tantos otros en el estado de Quintana Roo.
“En virtud de lo anterior, versa la importancia de la capacitación del personal encargado del manejo de indicios, el allegarse de los medios científicos necesarios, como la correcta integración de las averiguaciones previas”. (Fuente: Congreso)