CARLOS ALBERTO MADRAZO, OTHÓN P. BLANCO, MX.- Un helicóptero Robinson R44, propiedad de la empresa Agregados y Triturados Marogu, proveniente del estado de Tabasco y que tiene contratos de servicios con Petróleos Mexicanos, aterrizó de emergencia en el campo de beisbol de la comunidad de Carlos A. Madrazo con cuatro pasajeros a bordo, debido a que se les agotó el combustible.

Este forzoso aterrizaje provocó una movilización de las fuerzas armadas de la Secretaría de Marina-Armada de México, Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal, Estatal y Municipal; luego de 2 horas de verificación al helicóptero, se le permitió que siga su viaje a la Costa Maya.

Sin embargo, aunque en la revisión no se encontró nada ilegal, entre los pasajeros del helicóptero al menos dos tienen nombres de personas que han tenido problemas con la justicia en años pasados, aunque la policía aseguró que al revisar en Plataforma México ninguno de ellos aparece con antecedentes penales.

Los nombres de los pasajeros que coinciden con los de personas que han tenido problemas con la justicia son Antonio Gerardo Beauregard, nombre que en archivo periodísticos aparece como el de un detenido en Mérida en 2007 con casi un millón de dólares como piloto de una avioneta Cessna 340, que se vinculó al escándalo de corrupción del exgobernador tabasqueño Andrés Granier Melo; y Belisario Gutiérrez Ferrer, nombre que en notas periodísticas se menciona como el de un sujeto que estuvo preso en Villahermosa, Tabasco, en 2010, y hasta fue trasladado a las Islas Marías.

Sin embargo, después de dos horas de revisiones realizadas por elementos de las Fuerzas Armadas y la policía, dejaron continuar su vuelo al helicóptero con sus tripulantes y pasajeros, porque supuestamente no se encontró nada ilegal o sospechoso en la aeronave ni en los antecedentes de estas personas.

Los hechos se registraron a las 13 horas de este viernes cuando los vecinos de las comunidades de Ucum y Carlos A. Madrazo observaron que el helicóptero Robinson R44 volaba sobre de la copa de los árboles, y al que finalmente vieron aterrizar en el campo de beisbol.

Del helicóptero descendieron cuatro personas, Mario de la Rosa Gutiérrez –encargado de la empresa constructora-, Antonio Gerardo Beauregard, Belisario Gutiérrez Ferrer y la piloto Martha Gabriela González López de Nava; de inmediato, dos de ellos buscaron los servicios de un taxi para ir a comprar combustible.

Dijeron que salieron de Villahermosa, Tabasco, con destino a Punta Allen, en la costa de Tulum, y que tenían como punto de abastecimiento el Aeropuerto Internacional de Chetumal, según el itinerario de vuelo, pero debido a que tenían el viento en su contra propició que se prendiera la luz del tablero de alerta de que no tenían combustible y por eso aterrizaron en el campo de beisbol.

Luego abordaron un taxi en el crucero de Ucum y media hora después regresaron con alrededor de 50 litros de gasolina Premium, los cuales llevaron en dos botes de cloralex y en dos botellones de agua purificada, la cual fue echada en el tanque de combustible del helicóptero.

Sin embargo, cuando ya se disponían a marcharse, llegaron los elementos de la Policía Municipal Preventiva y Policía Estatal Preventiva, quienes tomaron los datos y lo reportaron a sus superiores; fue cuando vino la orden de que no los dejaran volar porque la nave sería revisada para cumplir con los protocolos de seguridad.

Al campo de beisbol llegaron los elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México, de la Procuraduría General de la República y de la Policía Federal, quienes revisaron la aeronave con ayuda de un perro entrenado en detección de drogas.

Fue hasta las 2 de la tarde cuando llegaron pilotos de la Secretaría de Marina-Armada de México, que revisaron la aeronave; sin embargo, el piloto del helicóptero le informó que le echaron gasolina Premium, ya que esa aeronave consume gasolina y gas avión.
Dos nombres generaron suspicacias porque son citados en notas periodísticas vinculados a delitos.

El nombre de Antonio Gerardo Beauregard aparece como el del piloto de una avioneta Cessna 340 que fue asegurada por el Ejército Mexicano en Mérida en noviembre del 2007, con ocho millones de pesos en 23 paquetes de billetes y fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República.

La avioneta había sido rentada supuestamente a una empresa contratista de Petróleos Mexicanos y había arribado a Ciudad del Carmen el 20 de noviembre de 2007 procedente de Villahermosa, Tabasco.

De ese dinero se dijo que era propiedad del empresario tabasqueño Martín Alberto Medina Sonda, socio de José Manuel Sáinz Pineda, el exsecretario de Finanzas del gobernador de Tabasco Andrés Granier Melo, y que el dinero lo utilizarían para comprar tierras en Yucatán.

Otro nombre que aparece vinculado a actos delictivos es el de Belisario Gutiérrez Ferrer, que en archivos periodísticos es mencionado como un reo del penal de Villahermosa, Tabasco, que en 2010 formó parte de un grupo de 81 internos que fue trasladado a las Islas Marías, presuntamente vinculado a delitos contra la salud.

Sin embargo, según las autoridades policiales, ninguno de los pasajeros tiene antecedentes penales registrados en el sistema Plataforma México, por lo que los dejaron partir.

Finalmente, a las 2:36 de la tarde, el helicóptero R44 levantó el vuelo, y pasó sobre la copa de los árboles con dirección al Aeropuerto Internacional de Chetumal, ante la mirada de decenas de curiosos que estaban en los alrededores del campo de beisbol de la comunidad de Carlos A. Madrazo. Todo concluyó sin novedad. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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