CHETUMAL, MX.- El crecimiento desordenado de vivienda es notorio en la zona noreste de la capital del estado, sobre todo entre los fraccionamientos Américas, Caribe y Sian Ka´an, en donde la autoridad no hace nada por evitar la proliferación de asentamientos humanos irregulares a pesar de que existe una prohibición legal vigente; es por ello que de once colonias irregulares, en menos de un año el número aumentó a trece.
La autoridad municipal de Othón Pompeyo Blanco reconoce que un total de 10 mil familias habitan en esas 13 colonias irregulares sin los servicios de agua potable, energía eléctrica, salud, calles y terracería, situación que ha generado un problema social difícil de resolver.
Estas 10 mil personas son el 6 por ciento de la población total de la capital del estado, y el crecimiento sin freno de las colonias irregulares representa el fracaso claro de la legislación que se expidió en 2010 para castigar con cárcel a las personas que las fomentan, pues hasta hace cuatro años se reconocía la existencia de sólo cinco asentamientos humanos irregulares en Chetumal y ahora se reconoce la existencia de 13, es decir, que casi se han triplicado en ese lapso.
Pseudolíderes sociales y ejidatarios de Calderitas se aprovechan de la necesidad de vivienda de cientos de padres de familia y les ofrecen en venta lotes en tierras ejidales, los cuales no tienen ninguna garantía en la tenencia, y con el paso del tiempo incitan a los habitantes a realizar manifestaciones y plantones con tal de regularizar los predios y obtener la introducción de servicios básicos.
Sin embargo, pese a su incertidumbre jurídica y a no tener servicios, los terrenos irregulares tienen precios altos, pues algunos tienen un costo de hasta 50 mil pesos con pagos “chiquitos” semanales hasta cubrir la cantidad, y aun así el comprador no tiene ninguna garantía de recibir un título de propiedad, sino solamente un comprobante de pago, el cual sirve de poco.
En teoría los pseudolíderes sociales y ejidatarios tienen realizados los trazos de las colonias irregulares siguiendo el modelo de los fraccionamientos legalmente asentados, aunque en los hechos dista mucho de ser así, ya que se observan calles desalineadas, sin espacios públicos para escuelas y parques, y obviamente no se cuenta con servicios básicos.
En las colonias irregulares tienen predios gente que en verdad lo necesita, pero también hay gente con dinero que ven una oportunidad de hacerse de bienes inmuebles, pues tienen un predio en cada una de las colonias irregulares, otros tienen grandes extensiones y bien cercadas, por lo que son considerados como especuladores de tierras.
Las colonias irregulares al noreste de la ciudad son las denominadas El Edén I, II y III, El Paraíso; son una bomba de tiempo y un problema social, que las autoridades deben revolver para darles seguridad a las familias en la tenencia de la tierra, porque de lo contrario solamente unos cuantos son los que salen ganando dinero y le dejan el problema al Estado.
Otras colonias irregulares que están en fomento, hacia el lado noroeste de la ciudad, son las fomentadas por la agrupación política Movimiento Antorchista, que tiene dos asentamientos humanos en formación con alrededor de 400 lotes, llamados Mártires Antorchistas y Fraternidad Antochista, cuyos colonos, entre sus obligaciones, tienen la de turnarse para mantener un plantón enfrente del Palacio de Gobierno para exigir la introducción de servicios básicos.
Autoridades rebasadas
La directora de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Ecología, del ayuntamiento de Othón P. Blanco, Claudia Granados Méndez, reconoció que en la ciudad de Chetumal se han formado 13 asentamientos irregulares con más de 10 mil habitantes, mientras que sólo cinco se conocían hace cuatro años.
Asimismo dijo que las familias que en los asentamientos irregulares carecen de los servicios –agua potable, energía eléctrica, salud, calles y terracerías- ; pero el gobierno estatal y el municipio trabajan en un proyecto para regularizarlos.
Granados Méndez sostuvo que de las 13 colonias irregulares, la más grande es la denominada El Edén, la cual se ubica al noreste de la capital del estado, en la cual viven alrededor de mil 300 familias. Mientras tanto, el asentamiento de menor tamaño cuenta con 120 familias.
Mencionó que las colonias irregulares se han formado en la parte norte, este y oeste de Chetumal, agregando que para que puedan ser dotadas de servicios públicos tienen que regularizarse primero.
Además, sostuvo que las familias que habitan estas colonias son del municipio de Othón P. Blanco y de otros lados de la República, quienes ante sus limitados recursos económicos no han tenido mayor opción que formar parte de estos asentamientos.
Sin embargo, estas colonias irregulares en la capital del estado representan un riesgo de salud pública, pues carecen de servicios sanitarios que prevengan posibles brotes infecciosos, principalmente los transmitidos por vector.
De acuerdo con la dirección de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, se considera asentamiento humano irregular a los núcleos de población ubicados en áreas o predios fraccionados sin la autorización correspondiente, cualquiera que sea el régimen de tenencia de la tierra.
Legislación sin efecto
Estos asentamiento irregulares han aumentado en Chetumal a pesar de que el 30 de noviembre del 2010 fue publicado en el Periódico Oficial del Estado y al día siguiente entró en vigor, el Decreto 360, que adiciona el título décimo primero del Código Penal denominado “Delitos contra el Desarrollo Urbano”, y reformó el Artículo 100 del Código de Procedimientos Penales, ambos para el estado libre y soberano de Quintana Roo.
Entre las modificaciones hechas está la penalización en los siguientes casos: “El que fraccione sin contar con el permiso necesario de la autoridad administrativa o teniéndolo, no respete las especificaciones del mismo, con el objeto de transferir la posesión, la propiedad o cualquier otro derecho relacionado con los lotes divididos”.
Además en su fracción II asevera que se penaliza al “que sin contar con los requisitos y autorizaciones de urbanización exigidos por las leyes respectivas, permita de propia autoridad en lote propio o en su legítima posesión, la constitución de asentamientos humanos integrados por dos o más familias”.
En la fracción III dice también comete un delito “el que transfiera o prometa transferir la posesión, la propiedad o cualquier otro derecho real respecto de bienes inmuebles rústicos o urbanos, propios o ajenos, que hayan sido fraccionados sin la anuencia de la autoridad administrativa”. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)