José Luis Toledo con Roberto Borge y César Camacho Quiroz, en el PRI nacional.

Tras el polémico mensaje de Roberto Borge para mantener a raya a los nacidos en Yucatán que aspiran a la nominación priista para buscar la gubernatura de Quintana Roo en 2016, el mandatario siguió mandando señales acerca de quien es su elegido para sucederlo.

Ayer, el mandatario viajó al Distrito Federal exprofeso para asistir a la asamblea del PRI donde se dio el banderazo para el relevo en ese partido y donde las ‘bases vivas’ se decantaron por el aún diputado federal Manlio Fabio Beltrones para sustituir a César Camacho Quiroz.

Allí, en la sede el PRI, estaban muchos de los que ayudan a tomar decisiones al momento de ratificar a un candidato. Era un hervidero de ‘grilla’.

Pero Borge no viajó solo, sino que se llevó a José Luis ‘Chanito’ Toledo, el diputado electo que ha sido mencionado como el ‘delfín’ del Gobernador, es decir, su principal carta para garantizar su propia sucesión a modo.

Y ‘Chanito’ se dio vuelo saludando, abrazando, haciendo ‘amarres’, mientras que, en Quintana Roo, se sabe de más de uno que se quedó rumiando su suerte.

Está claro que el diputado electo por el Distrito 01 de Playa del Carmen esta semana le sacó ventaja a varios de los que se perfilaban para ganar este juego de sillas, y no solamente porque él sí sea quintanarroense de nacimiento, sino por otros elementos de la ecuación.

Pero también está claro que si bien parecería que ‘Chanito’ tiene el apoyo del Gobernador para ganar la sucesión, la decisión aún no está tomada porque en la ecuación del 2016, lo que quiera Borge es, por ahora, sólo uno de los factores a tomar en cuenta, pero no el único ni el definitivo.

Y el Presidente lleva mano.

Comentarios en Facebook