Quien acumula saldos negativos pese a su dispendioso tercer informe de labores es el diputado Federal Raymundo King, quien no sólo no ha mostrado la mínima intención de aclarar de donde provinieron los recursos para su mega campaña propagandística, sino que, además, se vio oportunista con el tema de un ‘Quintana Roo para los quintanarroenses’.
Y es que el diputado, más allá de la bromas sobre su origen beliceño, no sólo se regodeó en los dichos de Borge acerca de que el estado debe seguir gobernado por quintanarroenses, sino que pareció encantando en profundizar las diferencias y el elitismo político que caracteriza a la actual política.
Raymundo no sólo habló de que los quintanarroenses, como él, claro, son los únicos que tienen derecho a buscar la gubernatura, sino que además hizo una diferencia entre los ‘quintanarroenses’ comunes y corrientes y los ‘verdaderos quintanarroenses’ que demuestran “a cada momento”, unidad… unidad con Beto Borge y Peña Nieto, por supuesto.
Quizá, si Raymundo King no gana la nominación priista para la gubernatura, se le podría conseguir un puesto como inspector en la ‘Unidad de Verificación de los Verdaderos Quintanarroenses’ y así evitar que en la próxima sucesión se cuelen aspirantes que, por su origen ‘espurio’, no tengan derecho a gobernar el estado.