MÉXICO.- Uno de los sitios de información especializada más importantes del mundo, DeSmogBlog, reveló que la exsecretaria del Departamento de Estado, Hillary Clinton, ayudó al gobierno mexicano a tejer una cadena de simulaciones para abrir el sector estratégico a las grandes compañías internacionales.
Posteriormente se presionó a México de acuerdo con los gustos de ExxonMobil, Chevron, BP, el Instituto Americano del Petróleo, los productores independientes de petróleo de Estados Unidos y otros, destaca la nota firmada por el periodista Steve Horn.
De acuerdo con el sitio, la precandidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos encabezó desde Washington un amplio equipo que ayudó al gobierno mexicano a mentir públicamente durante un tiempo mientras preparaba la reforma energética.
Según los correos electrónicos de Clinton desclasificados hace apenas una semana y recuperados por DeSmogBlog, el Departamento de Estado, auxiliado por la embajada en México, impulsó primero que Petróleos Mexicanos (Pemex) se abriera a las compañías internacionales de petróleo y gas mediante el acuerdo transfronterizo del Golfo de México, con el panista Felipe Calderón, y luego trabajó para la reforma energética con el priista Enrique Peña Nieto.
“Correos electrónicos publicados el 31 de julio por el Departamento de Estado revelan más sobre el origen de los esfuerzos para la reforma energética en México […]. Confirman que el Departamento de Estado de Clinton ayudó a abrir a la empresa productiva Pemex, que monopolizaba la industria petrolera y del gas en México, a las compañías internacionales del petróleo y el gas. Dos de los tres coordinadores que ayudaron a hacer que esto sucediera, ambos empleados directamente por Clinton, ahora trabajan en el sector privado y pueden beneficiarse económicamente de la reforma energética que ayudaron a crear”, puntualiza la nota.
Luego menciona que estos correos ofrecen la oportunidad de contar la historia más profunda del papel que tuvo el Departamento de Estado liderado por Clinton y otros poderosos actores en la apertura de México para los negocios internacionales en el sector energético mexicano.
La publicación precisa que tres excolaboradores de Clinton tuvieron un papel clave en la apertura del sector mexicano: David Goldwyn, primer coordinador internacional de Energía nombrado por la exsecretaria de Estado en 2009; el exembajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, quien fuera sucesor de Goldwyn como coordinador internacional de la Energía, y Neil Brown, un exempleado de alto nivel del senador Richard Lugar, quien ahora trabaja en la firma de capital privado Kohlberg Kravis Roberts (KKR).
Un correo electrónico de 2009 confirma que Goldwyn ayudaba desde entonces a la reforma energética en México. Éste trabajaba para el Departamento de Estado, aunque él preparaba su camino hacia la energía mexicana… como privado.
“Los funcionarios de México siguen siendo extremadamente sensibles a cualquier comentario público, sobre todo de Estados Unidos, en torno a la reforma energética y la producción [petrolera]”, dice un cable de febrero 2010, “Scenesetter”, escrito por la embajada de Estados Unidos en México en relación con un viaje de Goldwyn a México.
Añade: “Debemos mantener la vieja política de no comentar públicamente sobre estos temas, mientras en voz baja ofrecemos [a México] asistencia en áreas de interés [en este caso la apertura del sector energético]”.
Cuando este cable fue enviado, Carlos Pascual se desempeñaba como embajador de Estados Unidos en México, un trabajo que eventualmente dejó para convertirse en el sucesor de Goldwyn como coordinador internacional de la Energía en Estados Unidos. Después de dejar el Departamento de Estado, Goldwyn continuó en “proporcionar asistencia” para la reforma energética mexicana junto con Neil Brown, pero en el sector privado.
DeSmogBlog indica que de las últimas cosas que Brown hizo en el Senado antes de irse a trabajar con Goldwyn fue preparar el informe del 21 de diciembre 2012 para un comité.
El reporte hablaba del acuerdo de hidrocarburos transfronterizo entre México y Estados Unidos.
“Ese acuerdo fue el primer paso de las iniciativas para la reforma energética [por venir]. Abrieron la costa mexicana en el Golfo de México a empresas internacionales de petróleo y gas, y se presionó de acuerdo con los gustos de ExxonMobil, Chevron, BP, el Instituto Americano del Petróleo, los productores independientes de petróleo de Estados Unidos y otros”, dice DeSmogBlog.
Brown “trabajó en el tema [de la reforma energética de México] como el principal asesor de los republicanos en el Senado para temas de energía”, destacó un cable de Reuters.
También hizo un viaje a México, financiado con recursos públicos, durante sus últimos meses como miembro del personal de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Senado.
Pascual también trabajó en este acuerdo transfronterizo cuando era embajador, de acuerdo con Wikileaks.
“Públicamente, el [gobierno mexicano] hará hincapié en que las negociaciones permiten a México defender sus recursos naturales”, decía un cable del entonces embajador Pascual titulado “Transboundary Reservoirs – A Window of Opportunity” [Reservas transfronterizas: una ventana de oportunidad]. “Muchos mexicanos consideran el petróleo como parte del ADN del país. Un tratado debe evitar estas preocupaciones y cualquier tema irritante innecesario entre los dos países”.
Básicamente, Pascual sostuvo que el gobierno de México actuaría de una manera frente a los mexicanos mientras que, por debajo del agua, impulsaría las políticas que promovían los enviados de Washington.
“[Si bien el gobierno de México] hablará en público sobre las negociaciones para disponer de estas reservas fronterizas como ‘un esfuerzo por defender los recursos naturales del país’, el mismo gobierno ve en este tratado una oportunidad importante para que Pemex trabaje con petroleras internacionales y gane experiencia en perforación de aguas profundas”, escribió el embajador.
“Por primera vez en décadas, la puerta a la participación constructiva del gobierno de Estados Unidos con México en el petróleo ha abierto una grieta. Estaría en nuestros intereses tomar ventaja de esta oportunidad”. (Fuente: Proceso)