CHETUMAL, MX.- Amable, sonriente, humilde, buena amiga, siempre bien arreglada sin caer en excesos, defensora de la equidad de género y los derechos de la mujer, esa es la máscara que utiliza la diputada local priista, Maritza Medina Díaz, para vender una imagen ante la sociedad que oculte su verdadero rostro: el de una mujer de talante autoritario, engreída y alejada del pueblo al que dice servir y representar.
Y es que el poco poder que ostenta la legisladora local la tiene mareada, tanto que se ha olvidado de dónde provino y, sobre todo, a quien debe el jugoso sueldo que recibe por alzar la mano cuando se lo indican en el Congreso local.
Pero como sucede siempre, hay momentos en los que uno no puedo disfrazar lo que en realidad es, y esto le ocurrió a la diputada el pasado martes durante el Informe de Actividades Legislativas de Raymundo King de la Rosa, cuando en un arranque de ira se enfrentó con mujeres manifestantes con un talante de autoritarismo indigno de una representante popular.
Y es que, en pleno uso de sus derechos constitucionales consagrados en la Constitución, un puñado de mujeres de edad madura protestaron durante el informe portando cartulinas con consignas contra el diputado federal Raymundo King, acción que desató el enojo de la ex educadora, que las confrontó, casi regañándolas, por estar mostrando su descontento ante el actuar de un político de manera pública.
Medina Díaz, con muy malos modos y una actitud despótica les gritó que de que tanto se quejaban, que cual era el problema. Una de las mujeres, que llevaba un velo negro transparente en la cara –como se aprecia en la fotografía- le respondió que protestaban por el robo al pueblo por parte de Raymundo King, respuesta que enfureció a la diputada local que nuevamente, casi a gritos le dijo que se quitara el velo, que no era un velorio y que “hay que dar la cara”.
Un ciudadano indignado con la soberbia actitud de Maritza Medina alcanzó a grabar parte del momento, video que les presentamos junto con esta nota.
Lo sorprendente es que la diputada Maritza Medina usa como bandera política la defensa de los derechos de la mujer y la equidad de género –comisión que preside en el Congreso local-, pero al parecer sufre de un trastorno de bipolaridad porque su discurso, en el que enarbola la defensa de los derechos de la mujer, no tiene nada que ver con su actitud.
Porque por si no lo recuerda, la manifestación es también un derecho ciudadano.
No es la primera vez que la diputada muestra el cobre, pues recientemente protagonizó una acción similar contra un joven desempleado de su distrito que fue en busca de apoyo para sacar una carta de antecedentes no penales, y lo que recibió, además de la cruel negativa, fue que lo sacaran policías que por pura lástima lo dejaron libre. (Fuente: Política Quintana Roo)
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