Gregorio Sánchez está de regreso en la política local y va por Morena o por cualquiera que se deje.

Es más, se puede decir que Greg nunca se ha ido realmente, pese a que durante un tiempo fue obligado a retirarse cuando fue detenido en 2010 cuando era candidato a la gubernatura como parte de una estrategia para quitarle piedras en el camino a Borge.

Pero la política es una rueda de la fortuna y hoy Gregorio Sánchez actúa en sintonía con el sistema político priista que antes lo trató de anular y que busca extender su control sobre el estado hasta el próximo sexenio.

La aparición de propaganda encubierta de Gregorio Sánchez para promover la afiliación masiva de simpatizantes a Morena es un ataque de ‘fuerza bruta’ para tratar de tomar el control en el partido de AMLO en Quintana Roo.

La intromisión de Greg Sánchez en Morena debe verse como parte de la estrategia del Gobernador Roberto Borge para infiltrar y, desde adentro, sabotear a los partidos de oposición para que no representen amenaza alguna para los candidatos del PRI y sus aliados verdes.

Esta estrategia ha sido exitosa en el resto de los partidos de oposición, y ya solo falta Morena en el palmarés del Gobernador.

Ya estará en Morena dejar que Beto y Greg se metan hasta la cocina sin invitación.

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