A poco más de una semana de rendir su tercer informe de gobierno, lo único que ganó Raymundo King fue el enojo de los quintanarroenses por la campaña publicitaria e inútil que desplegó en todo el estado.
Su informe nadie lo recuerda por la polémica de los espectaculares y el “Quintana Roo para los quintanarroenses” que le impuso Borge.
Pero lo más grave es que Raymundo, que vive sus últimos días como legislador, se va dejando un gran défict de credibilidad, porque ni aclaró de donde sacó los millones de pesos para su campaña propagandística ni pudo demostrar que en el Congreso haya provocado algún beneficio real para los quintanarroenses que dijo representar.
Y es que decisiones como el de haber aprobado el aumento del IVA para zonas fronterizas, después de que dijo que no lo iba a hacer, le perseguirán por mucho tiempo, con todo y que Manlio Fabio Beltrones lo apadrine.