CHETUMAL, MX.- En un hecho que no sucede a menudo, el vocero del Ayuntamiento capitalino, Luis Espadas, desnudó la vieja práctica de la presión mediática que ejerce el Diario de Quintana Roo para obtener beneficios económicos al confrontar a sus directivos a través de las redes sociales, dejándoles claro que el municipio no firmará la paz a cambio de un convenio publicitario.
Y es que en el caso del Diario de Quintana Roo, es muy fácil identificar quiénes están pagando un convenio publicitario y quiénes no. Basta revisar su primera plana y observar el buen trato que prodigan a algunos presidentes municipales, así como diputados federales o locales.
Pero este día, el encargado de la comunicación del Ayuntamiento de Othón P. Blanco encaró de manera pública al Director Editorial Fernando Olvera, y le precisó que está siguiendo el camino equivocado al querer buscar un convenio publicitario publicando notas periodísticas sin fundamento.
El Diario de Quintana Roo no tiene y difícilmente tendrá una estrategia para adaptarse a los cambios en los medios de comunicación, siguen creyendo que cuentan con poder sin percatarse de que muchas cosas han cambiado con el avance de la tecnología, el internet y las redes sociales, pero eso no lo entienden quienes manejan ese medio impreso moribundo. Los periódicos ya solo los usa la gente para madurar aguacates o hacer piñatas. El Diario vive sus últimos días.
Luego de tres semanas de publicar hasta dos planas de notas “golpeadoras” en contra de la administración municipal, hoy en su portada el Diario de Quintana Roo publica las fotos de Luis Espadas García, Director de Comunicación Social; Gonzalo Medina Aguilar, Director de Servicios Públicos Municipales y Didier Vázquez Méndez, Director de la Policía Municipal, a quienes acusan de orquestar una ofensiva contra el periódico solo por el hecho de que precisaron cierta información sobre una nota. Ahora, como poseedores de la verdad absoluta y dándose baños de pureza, el Diario se atrevió a exigir una disculpa pública para su medio informativo.
Ante eso, Luis Espadas fue claro con su respuesta que difundió en redes sociales: “Hoy Fernando Olvera, Director Editorial del Diario de Quintana Roo, me pide le ofrezca una disculpa por aclararle una nota que inventaron, y no pienso hacerlo; en los últimos años he aprendido que es saludable debatir con una persona que piensa con el cerebro y no con el estómago”.
“Por el cargo que ahora ocupo, seguiré cumpliendo mi responsabilidad aclarando las notas que sean necesarias. Si el objetivo del Diario de Quintana Roo es presionar para obtener un ingreso económico, están siguiendo el camino equivocado”.
La publicación del vocero municipal recibió un gran apoyo en las redes por el simple y sencillo hecho de que conocen su rectitud y por ser el primero que encara a un medio de comunicación que ostentado un falso poder como arma siempre busca extorsionar a funcionarios a través de notas con sesgo informativo.
Como dijo alguien por ahí, el Diario de Quintana Roo, pionero y aula de muchos periodistas del estado, ha dejado de estar “integrado a la vida quintanarroense” para convertirse en una publicación sin presencia y casi sin valor periodístico, con sus contadas excepciones. (Fuente: Política Quintana Roo)