Si hay alguien está desesperado en la carrera por obtener la candidatura del PRI a la gubernatura, ese es Mauricio Góngora.

Urgido por posicionarse y aparecer en las encuestas que está realizando el PRI para medir la popularidad de los aspirantes declarados a suceder a Roberto Borge, Mauricio Góngora sigue rompiendo las formas… y molestando a los ciudadanos que, según piensa el actual alcalde de Solidaridad, le darán su voto llegado el momento.

Pero Mauricio está jugando con fuego y muchos, no sólo dentro del PRI, consideran que ya cruzó la línea de lo permisible.

Desde el pasado fin de semana, Mauricio Góngora lanzó una desenfrenada e invasiva campaña que consiste en mandar de forma masiva mensajes a correos electrónicos y a teléfonos celulares para dar a conocer sus supuestos logros al frente del gobierno de Solidaridad.

Pero además, está enviando miles de cartas a domicilios particulares no sólo de Solidaridad sino también de Cancún y otros municipios, y enviando mensajes grabados con su propia voz a teléfonos particulares en donde pide que visiten una página de internet creada exprofesamente para promocionar su imagen.

Todo esto sin contar columnas oficialistas de periodistas a sueldo y planas y portadas pagadas en periódicos y revistas que cada día aparecen y que también son reenviadas a correos y cuentas de redes sociales de una gran cantidad de personas que ya se han manifestado molestas y enfurecidas por lo que consideran es una invasión a la privacidad.

Incluso, en mensajes en columnas inventadas que llegan por correos electrónicos quieren mostrar a Mauricio como si fuese una especie de ‘Bronco’ del Caribe.

Mauricio cree que con esta estrategia va a aparecer mejor posicionado en las encuestas del PRI.

Pero Mauricio se equivoca. Esta estrategia es un tiro en el pie y la mejor forma de descarrilar sus aspiraciones porque no es ni ‘bronco’, ni independiente ni representa cambio alguno.

Es Mauricio un mero instrumento de Félix Gónzález Canto y Roberto Borge, sujeto a sus decisiones y dependiente de lo que quieran mandar.

Si por saltarse las formas políticas se cree ‘bronco’, la verdad es que Mauricio sólo llega a ‘little pony’.

Y con esta campaña invasiva sólo se está echando a cuestas a los ciudadanos que si algo detestan es que un político se quiera meter hasta la cocina con propaganda electoral anticipada.

Y no menos importante es conocer de dónde salen los recursos para pagar tamaño desenfreno electoral.

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