Usain Bolt despejó cualquier duda: nadie lo sacará del trono de los 200 metros.

Por cuarto Mundial consecutivo, el astro jamaiquino ganó su prueba favorita. Esta vez, cronometró 19.55 segundos en Beijing, el mejor tiempo del año, para superar por amplio margen al estadounidense Justin Gatlin.

El de Jamaica también venció a Gatlin en la Final de los 100 metros, y logró su tercer doblete mundialista en los 100-200. Ahora buscará una tercera medalla de oro en el relevo 4×100.

“Bien hecho Usain. Estoy feliz. Dije que lo haría. No había duda. No estaba concentrado en la marca.

Sabía que no estaba en la forma adecuada para batir el récord del mundo. Cuando llego a la prueba de 200 metros soy otro”, señaló Bolt.

“Mis cuatro medallas de oro en Mundiales en la prueba de 200 metros es una gran hazaña”.

Bolt y Gatlin llegaron casi al mismo tiempo a la curva, pero el jamaiquino aceleró con sus enormes zancadas y le sacó unos dos metros de ventaja en la recta final. Con el triunfo asegurado, bajó la velocidad y se golpeó el pecho con ambas manos antes de cruzar la meta.

Bolt fijó el récord Mundial de 19.19 en los 200 en el Mundial de atletismo de 2009 en Berlín, y además ganó la prueba en los dos últimos Juegos Olímpicos.

El próximo año, buscará su tercer oro olímpico en Río de Janeiro.

LO DERRIBA UN CAMARÓGRAFO

El jamaicano Usain Bolt fue derribado por un cámara de televisión que se desplazaba sobre un vehículo eléctrico de dos ruedas (segway) y que le embistió por detrás mientras celebraba el título de campeón del mundo de 200 metros en Pekín.

Bolt, con las zapatillas en la mano y la bandera jamaicana al cuello, iba saludando al público tras ganar el título de 200 cuando fue atropellado por uno de los cámaras que le seguía grabando de cerca durante su celebración.

El vehículo del cámara tropezó con los rieles que hay en el exterior de la pista, cambió de rumbo y se llevó por delante al velocista.

El jamaicano reaccionó con rapidez, dio una voltereta, se levantó y continuó repartiendo sonrisas y saludos por las gradas como si nada hubiera pasado.

Segundos después, Usain Bolt volvió sobre sus pasos para interesarse por el periodista accidentado, quien se llevó la peor parte, porque, además de dar con sus huesos en el suelo, se le cayó la cámara en la cabeza. (Agencias)

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