Por ahí dicen que si las cosas funcionan, ¿por qué cambiar?
En 2013, el PRI, comandado desde la Casa de Gobierno, se llevó un increíble ‘carro completo’ y ‘copeteado’ en la entidad.
Y parte de la estrategia de aquel momento fue la guerra sucia.
No solo dependencias públicas, como la Unidad del Vocero, eran usadas como secretarías del PRI, sino con toda impunidad, la ‘autoridad’ fue usada contra opositores.
Sin el menor pudor, también se armaron denuncias o procedimientos contra dirigentes opositores para afectar sus negocios o patrimonio.
En 2016, Roberto Borge vuelve a la carga y lanza a todo el aparato de gobierno contra los que no están por el continuismo del ‘borgismo’.
‘La guerra sucia’ y el abuso de autoridad son parte de la estrategia para allanar el camino para la continuidad y la impunidad.
Y como en 2013, ahora en 2016, Borge vuelve a tirar la piedra y esconder la mano.