CHETUMAL, MX.- La deuda y el rezago económicos, así como la represión en el estado fueron temas obviados por Roberto Borge en su penúltimo informe de gobierno, cuyo mensaje principal fue el rechazo a la eventual designación de un político no nacido en Quintana Roo para sucederlo en el cargo.

En la sede del Congreso del estado, Borge Angulo reiteró su discurso del “quintanarroísmo”, que mencionó por primera vez el pasado 4 de agosto en el último informe del diputado federal, Raymundo King.

El mensaje fue considerado entre la clase política como un “veto” directo contra el subsecretario de Turismo, Carlos Joaquín González, nacido en Mérida, Yucatán, y quien desde el proceso electoral anterior manifestó su intención de gobernar Quintana Roo. Se trata del hermano del secretario de Energía federal, Pedro Joaquín Coldwell.

Tras entregar su informe a la Mesa Directiva de la Legislatura local, Roberto Borge sostuvo que el “quintanarroísmo” no es debate falso y que “Quintana Roo es para los quintanarroenses que privilegian el bien común”.

Y arremetió:

“Entre el quintanarroísmo no tienen cabida los aventureros de la política que dividen o destruyen”.

El mandatario también lanzó críticas contra el exgobernador Mario Villanueva, quien en días pasados difundió en redes sociales un amplio artículo en el que cuestionó el concepto de “quintanarroísmo” y refirió los términos constitucionales para tener ese gentilicio.

Borge aseguró que “no es una cuestión de la Constitución”.

Luego, desafió:

“Sólo nos vemos ganadores, nunca postrados, nunca vencidos. Al quintanarroísmo nada lo vence, siempre vemos un Quintana Roo, nuestro”.

El mandatario estatal no sólo evadió los señalamientos en su contra de persecución a periodistas, medios de comunicación independientes y dirigentes opositores, sino que aseguró que en su gobierno existe un “escenario de libertad, tolerancia, pluralidad”.

También omitió mencionar la deuda total de largo plazo de Quintana Roo, la cual alcanzó los 19 mil 621 millones de pesos con 13 préstamos, frente a los 10 mil 500 millones de pesos que dejó el exgobernador Félix González Canto, de acuerdo con el último reporte de calificadora financiera Standard & Poor’s publicado el pasado 15 de julio, con corte al 31 de marzo de 2015.

Antes de rendir su informe ante el Congreso local, los legisladores de oposición plantearon sus posicionamientos sobre el estado que guarda la entidad.

El diputado independiente Jorge Carlos Aguilar Osorio afirmó que Quintana Roo ya es la entidad federativa con mayor deuda por habitante.

“Cada familia quintanarroense, en promedio, tendrá que aportar 56 mil 796 pesos para liquidar la deuda estatal”, sentenció.

El experredista agregó que la entidad ocupa el segundo lugar en deuda pública respecto al producto interno estatal, sólo por debajo de Chihuahua.

Aguilar Osorio acusó que esta administración “sigue representando un enorme retroceso para la libertad de expresión, el ejercicio de los derechos políticos, la rendición de cuentas y los aspectos más fundamentales para la ciudadanía como la seguridad, las oportunidades de desarrollo y la calidad de vida”.

También señaló a Borge por mantener “la línea autoritaria para preservar el poder y beneficiar a grupos económicos y políticos específicos”.

Y remató:

“Seguimos viviendo en un estado sin división de poderes, ni legitimidad democrática en la toma de decisiones”.

Después de acudir al Congreso del estado, el gobernador Roberto Borge Angulo presidió un informe alterno ante invitados en el Centro de Convenciones de Chetumal, a donde no acudió la dirigencia estatal del PRD, pero sí estuvo el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera. (Fuente: Proceso)

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