Que cuando Roberto Borge se enoja con Paul Carrillo –lo cual ocurre con cierta frecuencia-, le recuerda y le remachaca que por él y solo por él es presidente municipal de Benito Juárez.
En los hechos, Borge le hizo sentir quien es el que manda desde el principio, al extremo que le puso y le impuso a Paul a cada uno de los integrantes del gabinete municipal.
En realidad, Paul es como una especie de portero de vecindad del Ayuntamiento, ya que el municipio es gobernado desde el lugar en el que se encuentre el Gobernador.
Pobre Paul. Ha sufrido “bullying” permanente durante dos años.
Pero, Borge tuvo la razón. Sin él no hubiera sido Presidente Municipal.
Y es que no hay que pedirle peras al olmo.
Paul fue descubierto por el entonces Gobernador Mario Villanueva, pero el propio ex Mandatario estatal se dio cuenta que no daba para mucho.
Jamás ha tenido un cargo en el llamado gabinete legal, es decir, de nivel de secretario, y hasta 2010, su cargo más relevante era delegado del ya desparecido Infovir.
Cancún no está para improvisados y la mayoría de los ex alcaldes priistas llegaron con experiencia en el gabinete estatal, e incluso algunos fueron hasta secretarios de Gobierno.
Arropado por Carlos Joaquín, en 2010 fue diputado local, más por resultado de negociaciones y concertaciones, que por su popularidad y don de convencimiento, y en el Congreso del estado se pasó de bando.
En 2012, Borge lo hizo presidente del comité municipal del PRI, en donde empezó su pre-precampaña para Alcalde.
Y como Alcalde ni ha pintado, ni ha dado color. La percepción es que es un empleado más del Palacio o de la Casa de Gobierno, de Chetumal.
Parecería que eso de atender a la ciudadanía no es lo suyo, pues en las audiencias públicas permanece solo unos minutos y ni siquiera va al Palacio Municipal.
Por si fuera poco, los regidores y los directores no lo soportan debido a sus constantes e inexplicables desplantes y berrinches.
Atado de manos y sin iniciativa, Paul prefiere gobernador vía boletines e inserciones pagadas, saturadas de retórica.
Casi siempre desinformado, pues las decisiones las toman en Chetumal, no quiere nada de entrevistas con los medios. Prefiere a los reporteros lo más lejos posible y solo acepta entrevistas “a modo”, de preferencia para la “tele”. Pero su estrategia de comunicación social es un total fracaso.
Al rendir la semana pasada, su segundo informe, padeció serias complicaciones para tener algo que “informar”. Tuvo que plagiarse la “implementación” del alcoholímetro” y presumir, obras del Gobierno federal, entre otros temas, para tener algo que decir.
Aunque Paul aprovechó su informe para desplegar una impresionante campaña de espectaculares, donde su cara es el principal mensaje, pues lo pusieron en la lista de los “seis caballos” del PRI a la Gubernatura.
Pero de poco le ha servido ser presidente municipal del destino turístico más importante del País y su exagerada campaña de espectaculares. En las encuestas de los “aspirantes” a la Gubernatura va de picada, e incluso ya está fuera de la ‘lista’.
Curioso, nunca fue Alcalde pero alguien le hizo creer que podría ‘ascender’ a Gobernador.