Mauricio Góngora rindió su segundo informe al frente del gobierno de Solidaridad y, como si fuese el último, se dijo dispuesto a continuar ‘sirviendo’ a Quintana Roo, en clara alusión a sus aspiraciones de convertirse en uno de los candidatos para suceder a Roberto Borge.
En su informe, no dijo nada nuevo, pero no todo lo que dijo fue verdad. Playa del Carmen no está tan bien como presumió ni tiene el futuro asegurado por la enorme deuda que ya arrastra este joven municipio y que Mauricio se ha encargado de tapar y aumentar.
Fue retórico, triunfalista, omiso. Fue exagerado.
Por supuesto, no se refirió al descarado uso de recursos públicos del Ayuntamiento de Solidaridad para el pago de una onerosa campaña de promoción para posicionarse de cara a la sucesión priista del próximo año.
Como yucateco de nacimiento, Mauricio matizó a su favor la versión del ‘quintanarroísmo’ que ha proclamado el gobernador Borge y que a estas alturas ya no va más allá de un mal chiste.
Pero su declaración final de continuar figurando en el primer plano de la política local deja muchas dudas.
Y es que el verbo que usó es resbaloso: Servir, sirviendo, sirviéndose…
Lo que parece seguro es que Mauricio aún dará de qué hablar. Al tiempo…