El daño ya está hecho en Morena.

Si bien la infiltración a Morena fue un fracaso en las recientes elecciones de consejeros estatales, los “morenistas” quedaron más divididos que los directivos del Cruz Azul.

Por si los “morenistas” no tuvieran suficiente con al designación de José Luis Pech, como su candidato a Gobernador, las cosas se pusieron peor con las de presidentes municipales.

Nadie en Morena cree que los candidatos sean el resultando de las encuestas y los “elegidos” lo fueron a partir de criterios poco democráticos y, lo peor aún, nada competitivos.

En cada municipio Morena tiene un “infiernito” y las cosas van por muy mal camino para el partido que hasta hace unas semanas pintaba para cosas grandes en Quintana Roo.

Y cuando las elecciones ya están en la vuelta de la esquina, en lugar de que Morena se vaya contra el PRI, que es el partido en el gobierno en Quintana Roo, los “morenistas” están todos contra todos.

Sin embargo, no todo estaría perdido para la causa de Morena pues aún está por definir Benito Juárez, en donde el partido de AMLO tiene muchas posibilidades.

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