Que finalmente esta semana aterriza en el Congreso del estado, la tan llevada y traída reforma electoral.
Lo enterados, dicen que de lo que se trata fundamentalmente es homologar la ley electoral local con la federal, en asuntos como la reelección de diputados y alcaldes y las causales para anulación de las elecciones y que debe de estar lista tres meses antes del inicio del proceso electoral.
Pero, al parecer, el Ejecutivo estatal se mantuvo un poco conservador en su iniciativa, que seguro pasará sin moverle una sola coma en el Congreso del estado.
Trascendió que en materia de paridad de género, la reforma se reduce al Congreso del estado y deja ‘abiertas’ las alcaldías, de tal forma que los partidos podrían postular hasta 10 hombres en las 10 presidencias municipales.
En lo que se refiere a elecciones concurrentes, no habría ninguna sorpresa y sería solo para ayuntamientos, de tal manera que los próximos alcaldes tardarán solo dos años, pero con la oportunidad de reelegirse.
La iniciativa no prevé gran cosa acerca de las candidaturas independientes, en lo que Quintana Roo es ‘pionero’, y el asunto se remite al ‘reglamento’, el cual sí podría ser reformado, hasta un día antes del inicio del proceso electoral, con lo que ahí podría haber algunos candados para personajes como Carlos Joaquín o Julián Ricalde.
Pocas emociones, pero queda abierto el tema de paridad en febrero, para posibles recursos de impugnación.